Este sábado la Selección Colombia afrontó su segundo reto en la fase de grupos del Mundial Femenino Sub 20. Un empate que le costó trabajo y que lo midió a una compleja selección mexicana, a la que se le notó el trabajo previo y la preparación del partido. Estudio línea por línea a la tricolor y supo contrarrestar el fútbol que deleitó ante Alemania.
La tricolor no pudo generar mayor peligro en el arco de Celeste Espino y el grito de gol de quedó atragantado. Contrario a lo vivido ante Alemania, donde las atacantes tuvieron protagonismo, esta vez quienes debieron tomar la batuta fueron las defensoras y la arquera Natalia Giraldo, una de las destacadas en el empate sin goles.
Seguridad en el arco: Natalia Giraldo mantuvo su valla invicta en el torneo mundialista. Ante México se mostró segura y evitó al menos tres goles cantados. En el primer tiempo, le negó la posibilidad a Natalia Mauleón, la más insistente en el equipo centramericano, con un disparo desde afuera del área que tras exigirse envió por encima del travesaño. En el complemento, la guardameta colombiana siguió mostrándose sólida y se le vio muy activa junto a las centrales.
Loable trabajo defensivo: Una vez más la central Ángela Barón se destacó. Ante Alemania fue la jugadora que ganó más rebotes y frente a México siguió por la misma senda. Despejó varias pelotas de riesgo, se mostró colaborativa e intentó organizar juego desde atrás. Apareció por todos lados para "hacerle la vida imposible" a las atacantes mexicanas. Casi sobre el final del partido intervino en una acción que se tejió por sector izquierdo y que de resultar habría sido catastrófica para Colombia.
Pasividad: El equipo colombiano le cedió la pelota a México y permitió que circulara la pelota a su antojo. El técnico Carlos Paniagua aseguró tras el partido que la orden, que era atacar e ir al frente, no fue acatada.
El rival estudió y contrarrestó juego de Colombia: Uno de los aspectos que mantuvo el 0-0 se dio al marcaje que le hicieron a jugadoras claves como Linda Caicedo y Gisela Robledo, a quienes no les dieron libertadores. Si bien se les vio alternando la banda, intentando sorprender la zaga rival, a ninguna le quedó una pelota para mandar al fondo. La única jugada que tejieron y que buscó finalizar Gabriela Rodríguez, terminó cortada por una defensora. No había un espacio que atacaran Linda y Gisela al que no llegaran dos jugadoras.
Probar otras alternativas: Frente a Alemania, Colombia se mostró agresiva y ejerció presión constante. Con una pelota que levantó por banda, desequilibró el juego. La historia frente a México fue otra. Ni la velocidad de Linda, ni el ímpetu de Gisela fueron suficientes. Simplemente no se llegó con peligro al último cuarto de cancha. Se vieron altibajos defensivos y a través de la media distancia solo se intentó una vez. Tampoco probó por la vía área en los cobros de esquina.
El próximo martes, Colombia tendrá que salir a buscar el resultado ante Nueva Zelanda para asegurarse en los cuartos de final y hacerlo como primera del Grupo B. De esta manera se enfrentaría a la segunda clasificada del A.