Rafa Benítez utilizará la Florida Cup y a Millonarios, su rival de este domingo, como un laboratorio para Everton: probará lo que tiene y lo que acaba de contratar e intentará identificar quiénes encajan y quienes no en un plan que tiene como eje central a Dominic Cavlert-Lewin.
No es James, no es Coleman, no es Pickford, el arquero finalista de la Euro. Es el goleador y su urgente necesidad de socios lo que realmente trasnocha al DT. Por eso han llegado Andros Townsend (31 años, extremo, perfil zurdo), Demarai Gray (25 años, extremo izquierdo) y muy probablemente llegarán Dwight McNeil (21 años, extremo izquierdo) y alguna opción más de ataque por los costados. Esa es la prioridad de Benítez.
En particular, se requería que alguien jugara en el flanco derecho, pero Bernard se fue a Medio Oriente y ahora la posición está vacante incluso para James Rodríguez, si es que no llega una buena oferta por él y acaba quedándose.
El mal del que sufrió Everton en la segunda parte de la última temporada fue justamente la falta de apoyos, excepto por Digne y el propio colombiano, cuando su salud se lo permitió. Everton sufrió por su incapacidad para meter pelotas al área con precisión, donde el artillero británico no pudo hacer gala de su gran juego aéreo, que lo convirtió en una de las figuras de la Premier, a pesar del pobre resultado del equipo. Llegó él solo a fabricarse 7 goles de cabeza a pesar de esa dificultad de sus compañeros para ubicarlo.
Benítez lo confirmó el mismo día de su presentación: "es muy fácil ver que tenemos un gran delantero centro. Es muy bueno en el aire, puede marcar goles. Pero tenemos que proporcionarle buenos centros, buenos pases.
Entonces el objetivo es sumar jugadores para mejorar. Podemos mejorar en estas áreas y, de las áreas amplias, vendrán los centros. Cuando podamos hacer eso, el equipo estará mejor", dijo.
Así que en Estados Unidos, más que un resultado contra Millonarios, estarán todos los hombres de ataque bajo la lupa: el goleador sigue de vacaciones y Richarlison está en los Juegos Olímpicos con Brasil, pero habrá un referente de área y se examinará con lupa la capacidad de cada hombre disponible para abastecerlo de balones precisos. No supone una dificultad para James, quien goza de una precisión y un ingenio admirables en la Premier, pero es ahora cuando tendrá que demostrarlo si quiere quedarse hasta el final de su contrato.