Manchester United jugó un partido rayando en lo mediocre, con repetidas opciones en la búsqueda de Cristiano, mientras Chelsea aguantó bien cuando tocó y después dominó pero sin llegar a tener precisión en la definición. Y eso se premia en la realidad del fútbol con un empate 1-1 y una distribución salomónica de los puntos.
Era un primer tiempo con un equipo que quería, Manchester United, pero solo tenía a Cristiano Ronaldo, contra otro que podía, apoyado en un Werner inquieto, que metía un par de sustos, bien controlados por su rival.
Havertz tenía la más clara sobre el final del primer tiempo pero se lucía De Gea en el cierre y de paso provocaba la ira rotundo de Tuchel en la raya... en modo Guardiola el show. Y otra vez el alemán y James, que se multiplicaba en marca y en ataque, y debieron llegar más goles pero se perdía el arco para los de azul.
Y entones la tentación de un United que se repite buscando a Cristiano, quien tuvo dos opciones antes del descanso. Todos los balones al 7, pero todas las marcas también y eso complica los resultados para el United.
Habría que esperar hasta los 60 minutos para los goles y el que parecía un nuevo despertar: en ese momento Havertz, el que había tenido las dos mejores llegadas del visitante, por fin encontró un socio, Marcos Alonso, quien apareció oportuno para castigar a Mendy. Y a los 62 apenas, el empate: por fin ubicaron a Cristiano, lo hizo Matic en un pase profundo y ahí no falla el portugués. 1-1 prometedor, pero apenas eso.. pues el cansancio hizo lo suyo y ya no hubo muchas más emociones.
Eso sí, fue una pena que a los 79 el lujazo de Mount para esperar a la llegada e James se estrellara en el palo. Iba a ser el gol de todos los programas de análisis. Eso y el debut del argentino Alejandro Garnacho (17 años) fueron el cierre del show.
Al final, repartición de puntos en Old Trafford, que sirve más a Chelsea, afianzado como tercero de la Premier, mientras que el United desperdició una opción de entrar a zona de Champions, de la que está a 5 puntos.