La paciencia es una virtud que no cultiva el fútbol. En ningún caso y con ningún entrenador, aunque sea uno de los más ganadores del mundo. A nadie esperan.
Por eso, después de la última derrota contra Chelsea, la tercera en línea, ya se oyen nombres para reemplazar a José Mourinho en Tottenham.
El candidato que lidera las encuestas (Reino Unido, Reino de apuestas) es Brendan Rodgers. Pero en la baraja están
Julian Nagelsmann, Rafa Benitez, Max Allegri y Eddie Howe, según Betfair.
Los apostadores están seguros que Mourinho será despedido, pues a estas alturas está a 7 puntos de la zona de clasificación europea, aparece octavo en la tabla de la Premier League y mira al líder, Manchester City, con resignación, a 14 puntos.
El tema ahora no es el qué, pues resulta casi condenatorio, sino el cómo: Mourinho podría alegar que la ausencia de Harry Kane fue demoledora, pero cómo explicar su nula intervención para evitar la caída contra Chelsea, su decisión de condenar a jugadores como Dele Alli, Dávinson Sánchez y hasta Gareth Bale y su incapacidad para encontrarles relevos confiables. Ahí está el centro de la polémica.
Tottenham se enfrenta a West Bromwich el domingo y otra derrota podría ser crítica.
El tema es que si quieren a Rodgers habría que buscar un milagro, pues su Leicester es tercero, juega bien y está en zona europea y vivo en la pelea por el título. No es por nada pero eso dista mucho de la realidad de un Tottenham, que podría resolver mejor el lío si solo confía en Mourinho y le da los relevos que pide. No es garantía, pero un cambio podría ser complicado.