Mateus es la clase de compañero de trabajo que pasa haciendo chistes cuando regañan, que le da una palmada al siempre correcto Arias cuando da entrevistas, que va abrazado un día de Barrios, otro de Camilo Vargas y así, que siempre con su cartera en la mano, la clave de su siempre correcto peinado ante las cámaras.
Un tipo buena onda. “Estamos muy contentos, la verdad sabíamos que esto iba ser muy difícil. Nosotros teníamos nuestra final y gracias a Dios que nos dio la clasificación a octavos”, recuerda el antioqueño tras la victoria 1-0 contra Senegal, con la mirada clavada ahora en Inglaterra y en la exigencia de sus atléticos jugadores.
A sus 27 años y con 1,82m de estatura es la clase de jugador que todos los entrenadores quisieran en sus equipos: “Mateus estuvo a la altura de las expectativas. Nos gustó mucho la adaptación al equipo, es lo que esperamos de él siempre”, decía el propio jefe, José Pékerman.
Le preguntaban al DT si este era su comodín, su jugador número 12 y el propio Mateus se encargaba de responder: “Poco a poco se va ganando la confianza del profe. Siempre estaré ahí en el momento que él crea que yo le puedo aportar al equipo. Se ha hecho un gran desgaste físico y no hubo mucho espacio para jugar, para mostrar todo nuestro juego. La selección se paró de la mejor manera”, comentó.
Su radiografía de los partidos en los que Colombia recuperó esa confianza, igual que él, es muy clara: “Polonia era un partido diferente, esta selección es muy física y con el empate estaban dentro y cerraron bien las líneas, fueron muy fuertes. Sólo nos servía ganar así que había que dejar el orden táctico atrás y acompañar arriba a Falcao y a los atacantes para buscar el gol”.
Rogando que tenga problemas de confidencialidad, ha dado en el blanco Uribe al decir que no hay que ahorrar armas, estrategias, planes para seguir en carrera en el Mundial de Rusia, ahora contra Inglaterra en octavos de final.
Con un balance de 11 goles en la temporada liguera de México se ha especializado en darle trabajo el DT para acomodarlo en su lista. Aún no se estrena como artillero pero no hay que afanarse, pues se anima cuando nadie, nadie más lo espera.
Mateus es una alternativa para Pékerman y para Colombia y, a sus 27 años, todavía está en el rango de jugadores que seguirán en competencia en copas del mundo. Socio de todos, amigo, compinche. Dentro y fuera de la cancha con todos los hombres del talento. Su optimismo marca el partido contra Inglaterra: ¡matar o morir!
Jenny Gámez
Editora FUTBOLRED
Enviada especial a Rusia