“El equipo ha madurado y ha sabido sortear situaciones adversas”, decía José Pékerman en el estadio Spartak de Moscú, sede del partido contra Inglaterra por octavos de final del Mundial.
¿Cómo? ¡Si ya va en el PHD de la dificultad! Desde hace cuatro años, con la ausencia de Falcao, empezó una Maestría de la que se graduó con honores y ahora, en esta Copa, va por el récord: estreno con derrota frente a Japón (2-1), lesión de James ese mismo día e imposibilidad de tenerlo en la titular, expulsión de La Roca Sánchez y una fecha de castigo, dudas por el peligroso Lewandowski que se superaron con fútbol y, en el remate, potencia y velocidad pura de Senegal que exigió a fondo al equipo entero. ¡Todo en contra!
Y aquí estamos, en el preámbulo del partido de octavos de final, de frente al intimidante guerrero que custodia el estadio del Spartak. Contra Inglaterra, seguramente sin James, quien hasta un día antes ni siquiera pudo hacer parte de la práctica del equipo, se escribirá otro capítulo de la tesis doctoral de Colombia en saltar obstáculos para seguir en carrera en el Mundial de Rusia.
¿Problemas? Varios. Un equipo joven –el más joven de Rusia 2018 en competencia- que no va a sentir el paso del tiempo y en cambio lo hará pesar en las piernas de nuestros veteranos; un Harry Kane inspirado e inspirador para los suyos (5 goles); un equipo con la historia que nos falta, al punto de haberse inventado el juego que nos tiene a todos hoy en Rusia; auténticas flechas por los costados para surtir a Kane y a Sterling (ojo!) o a Vardy o a Rashford en su defecto; una confianza plena de los británicos en que la suerte jugó de su lado cuando deparó como rival al Colombia.
¿Qué hacer? Jugar sin James, como se ha hecho antes, y ganar sin él, como también ha ocurrido. ¡hay que darle unos cuartos de final como motivación para que vuelva más fuerte! Trabajar en la convicción de que el sueño irá tan lejos como se lo propongan los de amarillo y confiar en que el plan que ya tiene el DT y del que sabemos poco salga como debería, sin contratiempos, sin accidentes.
“Lo importante es mantenerse en la búsqueda sin perder la posesión del balón”, era el mínimo adelanto que daba Pékerman sobre la estrategia. ¡Suficiente! Fustigar con base en el talento y no en el choque, buscar el espacio, pegar primero, sorprender. Podría intentarlo con Muriel, que no lo hizo mal en Samara o definitivamente cambiar el modelo para fortalecer el medio en marca con tres hombres (Sánchez-Barrios-Uribe) y reservar al menos un socio para el solitario Tigre arriba. El jefe apuesta, él paga.
El gran temor es lograr lo que Rusia contra España, lo que los jóvenes franceses contra Argentina, lo que antes hicieron los mexicanos con el campeón mundial, Alemania: ¡Tumbar al favorito!
“Se le da favoritismo en Inglaterra a su selección pero nosotros miramos con nuestros armas y nuestra capacidad lo que pueda hacer Colombia”, advertía Falcao. Nuestras armas que hacen daño –pregúntele a Polonia- y que construyen torres desde Guachené a Moscú para resolver hasta el más difícil acertijo. Un central con dos goles. ¡Casi nada!
Así es que el plato está servido y caliente. Ya decía Martín Caparrós: “¿No sabes que cuando uno tiene tanto miedo a perder no gana nunca?”. Matar el miedo ya lo hizo Colombia dos veces en este Mundial, contra Polonia y Senegal. Hay método. Ahora hay que jugarlo con ambición y confianza. Después, el fútbol es fútbol y esa es otra discusión. La de hoy es clara: ¡vamos que vamos!
Alineación probable:
David Ospina; Santiago Arias, Yerry Mina, Dávinson Sánchez, Johan Mojica; Carlos Sánchez, Wilmar Barrios, Mateus Uribe(Luis Muriel), Juan Guillermo Cuadrado, Juan Fernando Quintero, Falcao.
Jenny Gámez A.
Editora de FUTBOLRED
Enviada especial a Rusia
En Twitter @jennygameza