El anhelo de las 32 selecciones es sin duda alguna cuando aterrizan en la sede del Mundial es llevarse el título, pero solo una nación puede llegar a tener la gloria de disputar la final. Brasil, una de las candidatas a buscar romper una racha negativa de 20 años llegó a Qatar, pero como ha sido la tendencia, los europeos se salieron con la suya eliminando al elenco sudamericano.
Croacia acabó con el sueño de Brasil en los cuartos de final desde el manchón penal. Los croatas, expertos en esas instancias definitivas se quedaron con el tiquete a la semifinal y lograron quedar terceros en el certamen mundialista tras vencer a Marruecos. Los brasileños pudieron estar en esa definición, tal vez sí, o tal vez no, pero más que nadie, Pelé sabe que es hora de pasar la página y lo hizo con una carta dirigida a todo el país.
Mientras sigue internado en el hospital por su complejo estado de salud, Pelé ha tratado de dar partes de tranquilidad en sus redes sociales, y ahora apareció con un emotivo mensaje días después de la eliminación mundialista. “Carta abierta sobre mi sueño. La vida es una oportunidad. Lo que hacemos con él depende de cada uno de nosotros. Lo hicimos bien y lo hicimos mal. En la victoria, recibimos celebración. En la derrota, aprendiendo. La vida siempre es generosa y ofrece nuevos comienzos.
Con cada día que pasa, comenzamos un nuevo camino. Y en este ciclo alimentamos sueños que nunca mueren, sin importar los tropiezos del camino. Eso vale para todos, pero cuando tu sueño es ser futbolista, las oportunidades son mucho más escasas y los sueños mucho más lejanos. Los tropiezos no son más dolorosos que la vida de nadie. Sin embargo, son juzgados por mucha más gente, ¿no crees? Y, para ser justos, las victorias también se celebran mucho más.
A pesar del dolor que sentimos con nuestra eliminación de la Copa del Mundo, les pido a los brasileños que recuerden lo que nos llevó a las primeras cinco estrellas en el pecho. Es el amor lo que nos mueve. No sé qué nos vuelve tan locos por el fútbol. Si es el amor por la unión de verdaderas amistades en torno al deporte, por el grito del gol o por olvidar todos los problemas que enfrentamos, aunque sea por 90 minutos.
Quizás el amor por combatir la pobreza, el hambre y las drogas, que el fútbol supone en tantas comunidades que conforman un país tan inmenso. Son muchas las virtudes del deporte más bello. Más aún aquí en Brasil. No importa el motivo. Lo que importa es que esta multitud nos unió, en un momento en que necesitábamos tanto la unidad. Y mi sueño es que este sentimiento entre nosotros y nuestro país no sea solo pasajero.
Este objetivo puede parecer imposible. Sin embargo, cuando era niño tenía otro sueño que también se me parecía: ganarle la Copa del Mundo a mi padre. Hablando de sueños, no creas que los sueños de nuestros deportistas se acabaron. Sé que todavía sueñan con la sexta estrella, como yo lo soñaba cuando era niño. Nuestra conquista sólo se pospuso.
A mis amigos deportistas y al comité técnico de la selección les dejo mi admiración, solidaridad y cariño. A todos los brasileños, deseo que la unión y el amor que nos une en el deporte trascienda para toda la vida. El sueño nos pertenece a todos. Amor, amor y amor”.