Intensidad, ritmo y mucho ímpetu, combinado con el fútbol propositivo de los 22 en cancha. En eso puede resumirse el juego entre Inglaterra y Estados Unidos, donde los norteamericanos dejaron en evidencia los fallos de los británicos.
Hay empates que generan bostezos, otros, como el de norteamericanos y británicos, mostró lo bueno que cada elenco puede ofrecer. Juego sin goles, donde la definición no estuvo de ningún lado.
Primeros minutos de mucho cuidado y estudio, especialmente de los norteamericanos, ante la posesión continua de los ingleses, que buscaban generar de adentro hacia las bandas, especialmente por sector derecho.
La primera acción de gol llegó para los británicos, en una salida inteligente desde su campo, con la irrupción de Bellingham, dejando la pelota para Saka, habilitando a Kane, quien remató y en el camino, apareció el central Zimmerman, evitando la caída de los norteamericanos, al minuto 8.
Uno de los llamados a destacarse entre los estadounidenses era Pulisic, que fue cercado en varias ocasiones por los ingleses. Cuando el jugador del Chelsea encontró espacios, generó peligro, pues inició la primera llegada de gol para los norteamericanos, cambio de banda del 10 para McKennie, centro y Wright cabeceó, al minuito 16, enviando la esférica desviada.
Estados Unidos volvió a generar peligro al minuto 25’ con el centro de costado de Musah, McKennie entró desde fuera del área y remato, enviando la pelota por encima del travesaño. El paso de los minutos asentó más la idea de los americanos, saliendo con la pelota al piso y desbaratando las fortalezas británicas.
McKennie armó la acción, ganando toda la banda y llegando hasta el borde de ella, centro a la media luna, atracción total de los defensores ingleses por la esférica y Musah se la cedió a Pulisic, que no dudó en sacar un potente remate desde el borde del área, estrellándolo en el travesaño, al minuto 32’.
La arremetida americana continuó y por el sector derecho, Dest incursionó por la banda, pero entre amague y amague, terminó enredándose y Stones llegó a cruzarlo, antes de que sacara el remate. El final del primer tiempo dejó dos acciones para Inglaterra, Shaw incursionó por la banda, pase desde el fondo y Saka la mandó muy lejos del arco. Mount aprovechó el espacio de la zona central, remate al arco y fue atajado por Turner.
El complemento arrancó con la misma intensidad, pero con el factor diferencial para los norteamericanos. La primera llegada de la segunda parte fue de Pulisic, con un remate mordido al minuto 58.
Southgate movió el banquillo, sacando a Bellingham y Sterling, enviando al campo a Henderson y Grealish, tratando de reaccionar ante las complicaciones planteadas por Estados Unidos. Duelo de intensidad, velocidad y entendimiento de los dos clubes, para conseguir el desequilibrio.
Además, el técnico inglés mandó a Rashford, para los minutos finales. Tuvo al minuto 87 un remate claro, para elegir entre la colocación y la potencia, decantándose por la primera y dejándolo en las manos de Turner. Inglaterra intentó al minuto 91, en tiro de esquina cabeceado por Maguire, que controló Turner. Juego aéreo británico y la tuvieron con Kane al minuto 93, el capitán la envió por fuera.
Los británicos llegaron a cuatro unidades y los americanos a dos puntos.
En la tercera fecha, Estados Unidos jugará contra Irán. Por su parte, Inglaterra enfrentará a Gales.