Neymar Jr estuvo de fiesta este jueves en Barcelona. Hasta ahí, nada que sea noticia. La curiosidad es que este viernes comenzaba allí el juicio entre él y su exequipo, FC Barcelona, por el pago de una cláusula que aparentemente no se le pagó.
El pleito comenzó con la abrupta salida del brasileño, en 2017, tras lo cual ambas partes se denunciaron por el pago de una prima por la renovación firmada en 2016, cuando el brasileño renovó su contrato hasta 2022. En resumen, Barça considera que no tiene porqué abonar al completo esa cláusula e incluso le reclama una indemnización al futbolista mientras los abogados del deportista exigen el cumplimiento del acuerdo a cabalidad.
Según se supo tras la audiencia de conciliación, las posiciones no estuvieron ni cerca de llegar a un acuerdo y el litigio podría tener un desarrollo muy largo por delante.
Excepto por un detalle: según el diario Sport, el jugador habría puesto como condición su regreso a la disciplina del club como condición para retirar la demanda de 43 millones de euros que le exige al club.
Lo raro es que, en vez de hacer alguna manifestación de buena voluntad que facilitara su reincorporación, estuvo en Barcelona pero nunca llegó al juzgado donde sus apoderados se enfrentaban a los defensores del equipo catalán. ¿A qué fue? Aparentemente solo quiso hacer vida social: él mismo compartió imágenes junto a sus amigos habituales (conocidos como los toiss), además de los jugadores Arthur Melo y Leo Baptistao y en distintos medios se comentó que el grupo fue visto en una reconocida discoteca de la ciudad.
Se sabe que este viernes, el jugador ya estaba en París, donde debía poner a órdenes del PSG, que visita este sábado a Burdeos, con la meta de recuperarse de la última caída en el Parque de los Príncipes, 0-2 contra el Reims.
¿Cuál es su verdadera intención en el pleito con el Barcelona? Solo Neymar y su complejo entorno lo saben...