Fue un día feliz, muy tranquilo, uno de los pocos que ha tenido Íñigo Pérez en Rayo Vallecano desde la llegada de James Rodríguez.
Y no es que tenga ninguna diferencia con él, de hecho se cansado de decir que está "encantado" de tener un jugador con ese cartel, pero parecía que no tenía más jugadores en la plantilla y por eso esta rueda de prensa, previa al duelo de este sábado (11:30 a.m.) de visitante contra Valladolid, resultó ser un alivio.
“No me gusta, como entrenador y guía de 27 jugadores que se hagan diferencias”, había dicho tras la primera titularidad del 10, un partido correcto en el empate 1-1 contra Leganés, en el que mostró compromiso y sacrificio.
Pues al parecer le hicieron caso y esta vez no fue el James Vallecano sino el Rayo y su plan fuera de casa el centro de la discusión.
Las dudas apuntaron más a un mal del equipo que se ha notado desde el inicio de temporada y es la falta de definición.
“La eficacia goleadora lo hablamos con el Leganés. Va a haber momentos de la temporada en la que generemos ocasiones y materializarlas es lo más complicado del fútbol. Yo entiendo que la única opción de llegar a gol es seguir generando ocasiones y volumen. Practicar la acción de definición y finalización para que los jugadores sean más solventes. Queremos ser un equipo que realice goles y que podamos penalizar al rival”, afirmó el DT.
En la práctica de este viernes se trabajó mucho en esa última puntada y el colombiano mostró gran efectividad. Pero, de nuevo, no se trataba de James. Al menos no esta vez.