Una victoria capital por 4-1 logró Granada contra Mallorca, en LaLiga. Con Luis Suárez como titular y Arias y Bacca como suplentes, el dueño de casa fue efectivo y tuvo en el veterano Molina la precisión y la suerte que le ha faltado al colombiano en esta y en las últimas jornada. Lo bueno, que ahora es asistente el samario: se apuntó dos servicios que en definitiva impulsaron la victoria.
Llegaba Granada con la gran obligación de ganar y lo haría desde el minuto 20, cuando Suárez sabe su primera asistencia de la tarde, a Molina, el hombre de la fecha.
Vendría una distracción que cobraría Mallorca con el gol de Rodríguez, a pase de Costa, en el primero tiro a puerta del visitante, a los 24, para el 1-1.
El portero atajaba el segundo de Machís pero daba rebote y entonces... ¡lo que desperdició Suárez, con el arco libre, es de no creer! Y luego se estrellaba el cabezazo de Germán en el travesaño y ganaba mucha emoción este duelo.
Pero en el complemento entendía Granada que necesitaba sacudirse y lo hacía a los 61 en un rebote de un disparo de Suárez que le quedó a Molina y este sí no falló de cara a puerta.
De palomita intentaría otra vez Suárez sin suerte: el arco seguía cerrado, por fortuna no para el veterano Molina, que consolidaba su triplete y dejaba la cuenta 3-1 a los 90+1.
Pero no sería todo para el local pues la peleó Suárez hasta la raya y parecía que se le iba la pelota pero no por completo, y luego el pase atrás lo capitalizó Puertas a los 90+5.
La victoria 4-1 era vital para evitar la incómoda zona del descenso y estuvo unos minutos Arias sobre el final, mientras Bacca se quedó en el banquillo.