Fue una promesa siempre por cumplir: un figurón, un jugador de casi 150 millones de euros, un talento que iba a revolucionar al FC Barcelona y, al final, un salario de 10 millones de euros del que todos quieren prescindir. Rendimiento puro y duro.
Ousmane Dembelé salió de mala gana de Borussia Dortmund para cumplir el sueño de jugar con Messi y a fuerza que lo hizo, pero demasiado poco: los problemas físicos lo condenaron, el descuido también habría hecho su parte y, al final, la pesadilla la podría termina Xavi, quien pidió al club que aceptara ofertas por el francés y lo dejara ir.
Pues bien, ya habría destino: según una información de Le10Sport, Dembélé habría aceptado la propuesta del Chelsea, uno de los clubes que más interés había mostrado y que llegaría por pedido expreso de Thomas Tuchel, quien lo dirigió en el Dortmund.
Según las versiones en España, PSG, el otro equipo que lo pretendía, de repente perdió el interés y no hay manera de esperar, pues el contrato vence el 22 días y hay que asegurar algo pronto.
El Barcelona se resignó hace tiempo en los diálogos con el agente Moussa Sissoko para la renovación y, aunque aún espera una respuesta formal, no hay intención de esforzarse más de la cuenta. Además, hay que abrirle espacio al salario de Robert Lewandowski. Además, van a pedilre a la plantilla una nueva rebaja salarial, lo que disminuye el margen de negociación. Además Dembelé siempre fue una promesa... sin cumplir.