Más que dos hijos y una promesa incumplida de amor eterno, lo que construyeron Shakira y Piqué fue una auténtica fortuna que ahora, cuando se ha confirmado su separación, habrá que repartir.
Según algunos rumores, una infidelidad del futbolista acabó con una relación que parecía estable, aunque fuentes allegadas al futbolista niegan tal situación. Lo cierto es que cada uno vive por su lado hace por lo menos tres meses y que ahora, en vez de charlas con café, lo que viene son arduas disputas con abogados de por medio.
Según el medio Celebrity Net Worth, la pareja es dueña de una fortuna cercana a los 400 millones, aunque la mayor parte fue por separado, lo que no habría que repartir teniendo en cuenta que es parte del trabajo de cada uno y se adquirió de manera previa a la sociedad que luego construyeron, más allá de que nunca se hubieran casado.
Dice la fuente que la cantante colombiana tiene una fortuna cercana a los 300 millones de euros mientras la del futbolista se acerca a los 80 millones. Ella, por ejemplo, conservará su mansión en Miami, valorada en 13 millones de euros, mientras que la casa de él en el centro de Barcelona, con valor estimado de 4,5 millones, tampoco corre riesgo.
Lo que sí está en disputa es lo que adquirieron juntos, a saber una casa, situada en Esplugues de Llobregat, que en 2012 habría costado unos 4,5 millones de euros. En 2015 compraron otra casa cerca del Camp Nou por cerca de 5 millones de euros. Falta establecer si la casa de descanso que ambos disfrutaron en Las Bahamas es solo de ella, previa a su relación, o si la adquirieron estando juntos.
Ya de amor o de familia no se habla. Ahora solo dinero y abogados y, si acaso, sicólogos. El sueño y la pesadilla, siempre juntos.
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