Pablo Peirano dejó de ser el técnico de Independiente Santa Fe y luego de casi un año y medio al frente del club cardenal, el uruguayo no pudo consagrar su idea de juego en un título, así que una constante de resultados terminó sacándolo.
Las directivas de Santa Fe tuvieron paciencia con Peirano y siempre fue respaldado y, de hecho, los aficionados aguantaron porque en temporadas regulares estaba sacando el equipo adelante, pero todo se consumó ante Deportes Iquique por fase 2 de Copa Libertadores que se sumó a una acumulación de partidos que no pudo ganar en su proceso.
El fracaso se fue acumulando y el día de dar un paso al costado llegó, dejando en resumen un proceso en el que, pese a que fue protagonista en dos torneos seguidos y luchó en reclasificación por el cupo a Copa Libertadores, al final se sumó varios partidos en el que Peirano falló.
Santa Fe fue subcampeón de la Liga 2024 del primer semestre y Atlético Bucaramanga lo doblegó en El Campín, siendo ese uno de los resultados más amargos del proceso, pero, además, fue uno de los equipos a los que más se le dificultó vencer.
No pudo con Millonarios y Atlético Nacional
De igual manera, Pablo Peirano tampoco supo cómo vencer a grandes equipos que fueron recientemente campeones como Atlético Nacional y Millonarios, quienes siempre sumaron puntos ante el equipo cardenal.
A Atlético Nacional, no pudo vencerlo y apenas le sacó tres empates, pero en los dos que perdió salió goleado 3-0 de local y la más dolorosa que fue el 5-0 en Medellín en plenos cuadrangulares finales.
Enfrentando a Millonarios fue un balance similar, aunque tirando a peor porque al ser el rival de patio, el técnico Pablo Peirano nunca los pudo doblegar y se fue con un empate y cuatro derrotas en esos clásicos capitalinos.
Por último, el proceso no es que haya iniciado muy bien en el 2025 porque cedieron contra algunos equipos como Tolima, Águilas, el mismo Nacional y América, pero ese partido ante los chilenos fue decisivo para confirmar que las decisiones desde el cuerpo técnico no fueron las más acertadas.
Pablo Peirano se fue, dejó una nómina bastante corta y poco competitiva, pero ahora la tarea de las directivas es escoger un técnico que les dé resultados clave para poder pelear con firmeza partidos de gran envergadura.