Criticado por la falta de fichajes de categoría, en Millonarios hay una gran preocupación sobre el futuro de Andrés Felipe Román, el lateral derecho que es figura en el equipo bogotano y que jugará este domingo con la Selección Colombia, en amistoso contra Honduras.
La dirigencia albiazul tiene un gran dilema: aunque quiere mantener un plantel lo más competitivo posible, sabe que podría llegar una oferta de salida por Román este mismo semestre. No es lo óptimo para el técnico para Alberto Gamero, pero sería casi que una decisión desesperada y, desde un punto de vista empresarial, necesaria.
¿Qué pasa con Andrés Felipe Román? El lateral de 26 años se ha consolidado como titular y como pieza fundamental en el rendimiento de Millonarios. Atrás quedaron las dudas y las incertidumbres por su cuadro médico, que le impidió llegar a Boca Juniors por una afección cardiaca.
Román tiene corazón de atleta, una novedad coronaria que no le impide jugar en alta competencia. Millonarios lo respaldó, realizó decenas de exámenes médicos, y le devolvió la confianza como futbolista.
Pero en el fútbol, más allá de la gratitud que tiene Andrés Felipe con el club embajador, rondan las oportunidades de cambiar de club, de mejorar las condiciones económicas y de aprovechar el momento.
Así, Millonarios se vería obligado a aceptar alguna propuesta, si llega pronto, para desprenderse del jugador bogotano y quedarse con una ganancia.
¿Está bien vender a Andrés Felipe Román? Desde el cuerpo técnico entienden que no; que perder otro jugador importante sería perjudicial para la temporada 2022. Sin embargo, en la dirigencia están entre la espada y la pared. El futbolista termina contrato en junio próximo, y las conversaciones para renovar su contrato no van por buen camino.
Román se ha negado a renovar su vínculo con el club albiazul, pues debe tener sus razones. Así, en junio quedaría como jugador libre, y en caso de una transferencia, a Millonarios no le entraría dinero por la operación.
Así que se abre el debate: ¿qué debe hacer Millonarios? ¿Vender ya y ganarse un dinero? ¿Hacer todos los esfuerzos para renovar a Román? ¿O cortar conversaciones y dejarlo ir en junio?