Millonarios fue víctima de un ataque de un violento en Santa Marta, que dejó a Iván Arboleada como el más afectado y que obligó a aplazar el compromiso contra Unión Magdalena para una fecha sin confirmar.
Pocas certezas hay sobre el futuro de ese compromiso, que provocó un fuerte rechazo, más tras conocerse que los propios directivos del club local exigieron jugar al día siguiente, como si no fuera muy grave la situación que estaba sufriendo su oponente.
Lo cierto es que el compromiso no se jugó, que el azul volvió este sábado en la mañana a la capital y que ahora, en vez de preocuparse por un asunto que escapa a su manejo, el reto es aprovechar, más bien exprimir, al máximo el tiempo de trabajo hasta el sábado Primero de febrero, cuando llegue el momento de viajar a Pasto, por la segunda fecha de la LIga Betplay I 2025.
En este escenario, el nuevo entrenador David González se esfuerza al máximo por no dejar que la tensión competitiva desaparezca y encontrar la manera de resolver los gruesos problemas que heredó de Alberto Gamero, cuyo fracaso en el cumplimiento de los objetivos acabó provocando su renuncia.
1. Material para las transiciones
Desde el discurso, González anticipó que buscaría un equipo con presión alta, mayoritariamente en campo rival y rápido y letal en las transiciones.
Después de los ensayos en la Serie Colombia y del empate 1-1 contra América de Cali terminó matizándolo: "El primer tiempo en donde no fuimos tan profundos como nos hubiera gustado... me quedo contento de que lo estamos trabajando, el equipo ha sido receptivo y eso me habla de un equipo que en donde más información le metamos más cosas buenas vamos a hacer. La calidad de jugadores que tenemos le vamos a haremos mucho daño a nuestros rivales", afirmó.
El problema es que, como ya pasó con Gamero, ese talento individual no hará realidad el sueño de los títulos, con suerte dará para ganar partidos. Así que de esa presión defensiva y ofensiva no hay noticia y por eso será la primera de las tareas en el pizarrón azul.
2- Módulo flexible pero letal
Por su paso por Independiente Medellín y Deportes Tolima se sabe que el módulo favorito del antioqueño es el 4-2-3-1, con protagonismo por las bandas. Ahí tiene un primer gran dolor de cabeza: ya logró la llegada de un hombre de su confianza, Nicolás Giraldo, para el sector izquierdo, pero requerirá adaptación y tendrá que arreglárselas con Banguero. Pero en el lateral derecho no hay nada claro, ni Luis Orejuela ni Mateo Puerta tuvieron avances aunque estarían en el radar de los directivos y eso obliga a exprimir a Delvin Alfonzo como única solución inmediata.
En esa medida, lo más probable es que intente equilibrar el ataque con un 4-4-2 y encuentre un auxilio urgente en el medio, pues también perdió a Daniel Giraldo en este mercado.
3- Ataque intenso
Uno de los lunares del proceso Gamero que terminó tras cinco años de estabilidad fue, precisamente, la poca intensidad del equipo en ataque, la falta de soluciones de cara a la puerta rival, la finalización, que fue un lastre antes y después de González.
Pero ahora es él quien se para en la raya y no puede salir con excusas: Castro y Giordana deben operar de manera alterna para abrir espacios que hagan que uno abra juego y otro entre como definidor, con alguna cuota de sorpresa, mientras funcionan como primeros defensores y no solo como referentes. ¿Noe s demasiado desgaste? Todos saben en el azul que es posible, pero también es inevitable.
Si se confirma el regreso de Falcao es un hecho que tomará un par de semanas en acomodarse a este nuevo plan y eso hace que se busquen opciones en pases filtrados y media distancia con Ruiz y Cataño, en juego cooperativo con Mackalister Silva (sis e recupera) y en pelota quieta, que antes fue un arma letal en el ataque, partiendo de Vargas y Llinás como centrales, pero que últimamente no aporta mucho.
Aplazar el debut puede no ser tan malo si en la semana se aprovecha para absorber nuevos conceptos y retar a una nómina que se sabe buena pero desgastada. No hay que esperar milagros de refuerzos en masa, a la guerra habrá que ir con lo que hay, que no es malo. Es cuestión de recalcular y empezar sin mirar atrás.
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