Este sábado, Millonarios consiguió su segunda victoria consecutiva en la Liga 2020. El conjunto albiazul derrotó con lo justo a Patriotas en El Campín y sigue soñando con poder ingresar a las fases finales del certamen.
Ahora bien, a pesar de la victoria, los dirigidos por Alberto Gamero pudieron haber mostrado mucho más. El escenario era ideal, pero no lo supieron aprovechar. Por ello, en Futbolred analizaremos los aspectos buenos y malos del equipo en su más reciente presentación.
Los destacados
- Primera línea de volantes: Stiven Vega, como viene siendo costumbre, cumplió de gran manera, al igual que el juvenil Juan Camilo García que dejó gratamente sorprendidos a propios y extraños. Ambos canteranos se apoderaron del mediocampo y fueron vitales a lo largo de los 90 minutos. Apoyaron en defensa (relevos, orden) y aportaron en ataque (generación, juego interior).
Justamente lo de García es vital para Alberto Gamero, pues encontró una ficha que puede servir como recambio para el dúo Duque-Vega.
- Pareja de centrales: Matías de Los Santos y Juan Pablo Vargas se complementan cada vez mejor. Por arriba fueron invencibles, aislaron la ofensiva boyacense e incluso apoyaron en el primer pase. Es sumamente vital el entendimiento de ambos para guiar la zaga defensiva de Millonarios. Van por buen camino.
- “Chicho” Arango: Es el mejor jugador de Millonarios. Además de ser el goleador del equipo, todas las jugadas ofensivas pasan por sus pies. Tiene un chip diferente al de sus compañeros. No solo busca asociarse con su compañero en ataque sino también encara y finaliza las jugadas. Cuando el equipo dudó en el último tercio, Arango fue el único en salirse del libreto.
Por mejorar
- Desespero en ataque: Para nadie es un secreto que a Millonarios le ha costado marca en Liga y justamente dicha situación es la que más afecta al grupo. Frente a un rival como Patriotas, que incluso tenía un jugador menos desde el 70', el marcador debió ser mucho más abultado. El problema está en la imprecisión y el no saber qué hacer en el último tercio. Las ganas de marcar los nublan y terminan desperdiciando varias oportunidades.
- Juego interior: A pesar de que la pareja Vega-García contribuyó, faltó ese hombre que llevara el balón a los delanteros. Ese Mackalister o Montoya que conectara líneas. Al equipo le urge un volante creativo porque no se le cae una idea.
- Variantes en ataque: La jugada del gol llegó de un centro de costado (Salazar y Arango) y a los capitalinos les rinde con el juego aéreo, pero, como se ha dicho en varias ocasiones, abusan de él. Como no hay juego interior, la única solución es ganar las bandas y mandar centros que muchas veces no encuentran receptor. Gamero debe encontrar esas alternativas ofensivas porque la misma no le saldrá siempre.