Llega la hora de un nuevo clásico, el duelo entre Atlético Nacional y Millonarios, este domingo a las 6:10 p.m. en el Atanasio Girardot.
Los equipos llegan en momentos muy dispares, los locales con la necesidad de ganar para darle un poco de estabilidad al proceso de Jhon Bodmer, y los visitantes con la tranquilidad de no cargar ese peso y la continuidad de un proceso que tiene espalda suficiente para soportar rachas desfavorables.
La situación del DT verdolaga es compleja, pues la afición le exige resultados contra los equipos grandes de la Liga, ante los cuales ha fallado sucesivamente. Muchos creen que el del fin de semana sería su último partido si llegara a perder de mala manera, mientras otros piden paciencia pues el campeonato apenas comienza.
Lo cierto es que la historia de la rivalidad exige a ambos equipos usar nóminas de gala o al menos lo mejor de lo que dispongan para no darles sufrimientos a sus aficionados. El verde, según el DT; cuidó jugadores contra Patriotas (0-0) para este compromiso, mientras que el azul viene de esforzarse al máximo para vencer al América de Cali en Bogotá (1-0) y enfrenta una compleja situación en su enfermería.
El técnico Alberto Gamero no podrá disponer de al menos ocho jugadores en Medellín, y no es un detalle menor si se tiene en cuenta que entre las bajas están su capitán y referente, uno e sus más talentosos creativos, uno de los esperados refuerzos y una pieza clave para el equilibrio.
Estos son los jugadores de Millonarios que, sí o sí, se pierden el clásico:
David Mackalister
Daniel Cataño
Juan Carlos Pereira
Luis Paredes
Danovis Banguero
Jáder Valencia
Diego Abadía
Samuel Asprilla
Gamero es optimista con tener en una semana, más o menos, a Silva, Cataño y Pereira, pero tendrá que esperar más por Banguero, quien venía haciéndolo bien y era un arma contra su ex equipo, este domingo.
Y así debe programar un partido a la altura y no quedarse en excusas. Tiene a Daniel Ruiz sano, un medio campo robusto, una defensa aceitada y a Leonardo Castro y Giordana inspirados en la ofensiva: se gana con goles, no son discursos.