El secreto de esta primera estrella del Deportivo Pereira no estuvo nunca oculto: los goles de un delantero estelar como Leonardo Castro hicieron la diferencia.
Y él pensó en el momento de felicidad de levantar el trofeo en el instante de felicidad pero también en lo que pasó antes de esta noche plena.
"No hay palabras. Algo que desde el profe Márquez veníamos construyendo, con el profe Alejandro lo terminamos de reforzar y lo logramos", dijo, en reconocimiento al proceso previo. "Son 78 años de espera de esta hermosa hincha esperando la estrella y con la garra en cada partido les dimos esta alegría", comentó.
Su historia de lucha, de esfuerzo, de trabajar en toda suerte de oficios para hacer realidad el sueño del fútbol, por fin tiene un premio. Ahora es cuando mira al pasado, a sus días grises en el Medellín, rival de la final, y siente algo de justicia: "Fue un momento difícil que pasé en Medellín y no tenía continuidad, esto es para mi esposa, estaba tocando fondo, con sus palabras siempre me decía que vamos hacia adelante, para mi familia y solo queda festejar y vamos con todo".
La suya es una vida de inspiración: "Mucho sacrificio, las ganas porque trabajé muy duro para esto, gracias a Dios me da la oportunidad, agradecerle a mi familia que me apoyó en todo y a esta hermosa hinchada", concluyó.