Atlético Junior entró pisando fuerte en el mercado de fichajes de la Liga Betplay 2022 y se aseguró dos goleadores de raza: Miguel Ángel Borja y Fernando Uribe.
Estamos hablando de un hincha de corazón como el cordobés, quien a sus 28 años suma 35 goles en 59 partidos con Junior, que es la contratación más costosa del club -con mucha ventaja- y que vuelve para jugar siempre, para ganar minutos y vitrina de cara a la Selección Colombia, de la cual hace parte.
Pero antes de saberse que llegaría, ya Junior había convencido a Fernando Uribe (33 años), segundo artillero de la Liga con 12 goles y 1 asistencia con Millonarios, de que sería el eje central del ataque juniorista para los torneos locales y la Copa Sudamericana, a la que apunta decididamente la directiva del club.
La buena noticia para Juan Cruz Real, DT recién llegado, es que a falta de uno tiene dos goleadores indiscutibles. La mala, que ambos pretenden ser titulares siempre, que para eso firmaron y que, como los mejor pagados de la nómina, llegarán con exigencias y necesidades a las que habrá que responder con manejo e inteligencia.
EL DT argentino siempre tiene la solución salomónica de darle a uno la Liga, al otro la Copa y turnar, de acuerdo con la necesidad y el rival, el torneo internacional. Es lo usual en el fútbol europeo. Pero esa especie de rotación condenará a uno, necesariamente, a tener menos actividad que el otro y eso puede tener unas consecuencias muy complejas dentro del camerino.
La actualidad de Borja habla de una mala racha y un equipo (Gremio) descendido, que lo cede por conveniencia más que otra cosa, mientras Uribe llega con competencia, confianza, conocimiento reciente de la Liga y sus particularidades y 12 goles encima en los últimos 6 meses. Se dice fácil pero es muy complejo decirle a Borja, un ídolo de la afición, que en algún partido irá al banco.
Ese será el primer dolor de cabeza, pues además de ellos Junior cuenta con un Cetré que supo resolver los líos en los cuadrangulares con sus 6 goles, más allá de no haber llegado a la final; o un Cristian Martínez Borja que, a pesar de no haber dado los resultados esperados, tiene contrato y sigue siendo, en el momento, parte del ataque.