La británica Emma Raducanu, gran favorita local y esperanza del tenis inglés, cayó en segunda ronda contra una impecable Caroline Garcia (6-3 y 6-3). Por su parte el serbio Novak Djokovic, con su tónica habitual de subir el nivel según pasan los partidos, ofreció una mejorada imagen ante el australiano Thanasi Kokkinakis (6-1, 6-4 y 6-2) para acceder a la tercera ronda.
La francesa eliminó a Raducanu, que el año pasado hizo octavos de final, en un encuentro prácticamente perfecto por su parte, con 25 errores no forzados. La gala, campeona de dobles en Roland Garros y ganadora en Bad Hombug hace unos días, demostró por qué venía en mejor estado de forma que Raducanu y dio una sorpresa entre comillas en la pista central del torneo.
La campeona del US Open no vivirá otro torneo soñado aquí, después de que el año pasado se diera a conocer al mundo al alcanzar los octavos pese a estar fuera de las 300 primeras del mundo. Esta vez, en el segundo partido de su vida en la central, Raducanu notó la presión de ser la gran esperanza británica y cayó ante una tenista mucho más hecha que ella.
Raducanu, desde que ganó el US Open a finales del año pasado, no ha ganado tres partidos seguidos en ningún torneo. Garcia, con este triunfo, suma siete victorias consecutivas y se enfrentará en tercera ronda a la china Shuai Zhang, que pudo en dos sets con la ucraniana Marta Kostyuk.
El serbio, que suma 81 triunfos en el All England Club y es el único tenista de la Era Abierta con 80 o más victorias en cada Grande, da otro paso más para acercarse al séptimo Wimbledon y cuarto consecutivo.
El primer cabeza de serie suma sensaciones en la hierba, donde más cómodo se le ve y, a tenor de su nivel, parece imposible que alguien sea capaz de frenarle en la superficie en la que su dominio ha prevalecido desde 2018. Kokkinakis, que ganó en estas pistas en 2013 junto a su compatriota Nick Kyrgios en dobles júnior, se ha quedado muy por detrás de lo que un día vislumbraba cuando era mucho más joven, o cuando consiguió derrotar al suizo Roger Federer en Miami 2018.
El australiano cercenó su progresión y solo tocó la central este miércoles porque enfrente estaba Djokovic. El serbio, que venía de dejarse un set Soonwoo Kwon, hizo un partido mucho más completo y mostró una cara completamente distinta, mucho más concentrado y sin intención ninguna de dejarse sets por el camino. Fue uno de sus partidos más serios de los últimos meses, con la misma mirada devoradora que le hizo favorito en Roland Garros hasta que le paró los pies Nadal. Pero aquí cuenta con la confianza de no haber perdido desde 2017, con tres títulos ya a sus espaldas, 23 triunfos seguidos y una danza en la superficie que cuesta encontrar réplica.
No concedió ni un saque, solo una pelota de rotura ganó 29 puntos en la red, solo cometió 14 errores no forzados y se llevó la barbaridad del 84 % de puntos con el primer servicio. El serbio, en su segunda actuación en Wimbledon, rozó la perfección. No tuvo rival en Kokkinakis y está ya a solo cinco partidos del título. Su siguiente rival será el serbio Miomir Kecmanovic o el chileno Alejandro Tabilo.
EFE