La llama olímpica se prendió en Tokio como preparación de los Juegos Olímpicos, que hasta el momento se mantiene como la única gran competencia para este 2020, a pesar de la rápida expansión del covid-19.
Pero lo que generalmente es un acto multitudinario, pasó a ser una pequeña reunión de cientos de personas, lo que tampoco es recomendable por la posibilidad de contagio del coronavirus.
El avión llegó desde Atenas con la antorcha olímpica y en Japón estuvieron el campeón de judo, Tadahiro Nomura, y la luchadora Saori Yoshida, ganadora de tres oros olímpicos, los encargados de recogerla y llevársela al presidente del Comité Organizador de los JJ.OO., Yoshiro Mori, quien envió un mensaje de aliento a los países que sufren la emergencia del coronavirus.
Aunque las autoridades habían prohibido la presencia del público, unas 500 personas llegaron al lugar para ver este evento, que también estuvo marcado por los fuertes vientos.
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