A pocos días de dar inicio el Tour de Francia ya se presentó la primera polémica en torno al evento. Y es que el tres veces campeón mundial de ciclismo, Peter Sagan, fue condenado a tres meses de prisión, sin cumplimiento de la pena y a una suspensión del permiso por conducir una moto bajo los efectos del alcohol.
La noticia fue confirmada por la fiscalía de ese país que además señaló que Sagan compareció el 20 de junio ante un tribunal correccional de Mónaco, por unos hechos que se remontan al 12 de mayo.
Ese día, sobre horas de la mañana, los policías detectaron un comportamiento extraño y le sometieron a una prueba de alcoholemia cuando iba en su scooter, dando una tasa de 1.46 miligramos de alcohol por litro de aire.
El eslovaco, figura del equipo Totalenergies, explicó a los policías que había visitado algunos establecimientos nocturnos, mientras que el abogado del ciclista había alegado que su cliente había llegado recientemente de Estados Unidos y estaba cansado por la diferencia horaria y la falta de sueño.
Lo cierto es que Sagan tomará la partida del próximo Tour de Francia donde pretende sumar más victorias a nivel de grandes vueltas.
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