Alejandro 'Papu' Gómez es la cuota de locura que todo campeón del mundo debe tener. Por eso, a pesar de sus problemas físicos, que le impidieron aportar más en el Mundial de Catar, Argentina lo mantuvo siempre.
Reconocido por sus famosos bailes, su corte de pelo a lo David Beckham (muy aspiracional, val decir), la violenta reacción que lo sacó de Atalanta y otras locuras más, Gómez se permite cualquier disparate.
Su último tatuaje lo describe, sin duda: ¡ni a su propio compañero, el que lo inspiró, se le ocurrió semejante homenaje!
Porque no fue en honor a Lionel Messi, la insignia del título, sino al Dibu Martínez: Papu Gómez se tatuó la imagen de la atajada, a los 122 minutos y 43 segundos, que permitió a Argentina ir a la definición por penaltis contra Francia, en la que el portero atajó un cobro. Ojo a la imagen:
Porque al menos para Gómez ese fue el instante de quiebre incluso más que el doblete de Messi: si Dibu no ataja en ese instante la serie no va a los 11 pasos, el Dibu no puede lucirse en sus provocaciones a los rivales y desconcentrarlos, la serie no se resuelve tan fácil y el título no va a Buenos Aires.
Papu tiene licencia a estas alturas para casi todo. Más de un tatuador estará tomando nota ahora que esto, seguramente, se volverá tendencia y moda. Es la locura de Argentina plasmada por su mejor exponente.