La señora Lilia, 30 años al lado del plantel profesional de Santa Fe

Es la encargada del departamento de lavandería de los 'cardenales'. Toda la vida de rojo y blanco.

La limpieza en las prendas de Santa Fe dependen de sus manos y de su destreza para el lavado.

La limpieza en las prendas de Santa Fe dependen de sus manos y de su destreza para el lavado.

Foto: Juan Diego Cano/ ETCE

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09 de marzo 2016 , 02:20 a. m.

Corría el año de 1986, el santandereano Jorge Luis Pinto implantaba el orden y la disciplina en Independiente Santa Fe; su mano derecha en la utilería era Jorge Buitrago, para muchos más conocido como el ‘Panis’, y fue justamente a él a quien Pinto Afanador le encargó la tarea de conseguir una mujer trabajadora, que ayudara con la limpieza del camerino y de las prendas de trabajo de su equipo.

“Mi esposa”, fue la respuesta inmediata del ‘Panis’, y desde ese momento, mayo de 1986, llegó para quedarse Rosa Lilia Pico al club ‘cardenal’ y así poder levantar a su familia en los últimos 30 años, de la mano de su equipo amado.

“Toda mi familia es santafereña. Uno de mis hijos estuvo en las categorías menores desde los 5 hasta los 18 años. Mi esposo duró 20 años trabajando como utilero del equipo profesional y yo tengo el honor de ser la segunda trabajadora con más antigüedad en la institución (Flor Cáceres es la primera, con 34 años)”, le dijo con orgullo ‘doña Lili’ a FUTBOLRED.

En su familia nadie tiene derecho a mirar a otro equipo, el rojo manda. “Tuve tres hijos varones y tres mujeres. Y tengo doce nietos y lo primero que yo hago es comprarles la camiseta de Santa Fe”, comentó mientras alistaba las pantalonetas, ya secas, para el entrenamiento de este martes.

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No hay detalle que no se le escape para que las prendas queden como nuevas. Foto: Juan Diego B. Cano/EL TIEMPO.

Lloró, como miles de hinchas albirrojos, el 15 de julio de 2012, cuando Santa Fe acabó con una sequía de 37 años sin títulos y consiguió la séptima estrella, iniciando un camino de glorias nacionales y continentales.

“Las lágrimas cuando el equipo de ‘Wilsiton’ (Gutiérrez) salió campeón fueron de alegría porque estábamos celebrando después de tantos años en los que quedábamos eliminados muy temprano, en los que teníamos problemas económicos y los presidentes de turno se angustiaban para buscar el dinero de nuestros sueldos; me acuerdo por ejemplo de don Efraín Pachón, que fue muy especial conmigo y ver hoy al presidente (César) Pastrana, que levantó al equipo y que también está pendientes de todos, por ejemplo yo tengo un hijo discapacitado y él me pregunta qué necesito y mira la manera de ayudarme. Esa estrella fue una bendición para todos”, manifestó Lilia.

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Recuerda con mucho cariño a los futbolistas de la época, que con la trataban con sencillez, la respetaban, al igual que los jugadores actuales, y que incluso conocen a sus hijos desde pequeños, pues los sacaban a la cancha de El Campín en cada partido.

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El profesor Jorge Luis Pinto le dio la oportunidad a Lilia en Santa Fe, en 1986. Foto: Archivo EL TIEMPO.

“William Morales, Astolfo Romero, Germán Morales…ellos eran personas de una calidad humana incomparable”, revivió Lilia, pero se acuerda con más cariño de “Manuel Acisclo Córdoba, incluso todavía cuando viene al club pregunta por mis hijos y por mi esposo”.

En 1986, cuando empezó a lavar la ropa santafereña, “eran 3 prendas; camiseta, pantaloneta y medias; y en el plantel había entre 25 o máximo 30 jugadores”. Ahora, 30 años después, la exigencia es mayor: “Ahora son camiseta, pantaloneta, medias, licra debajo de la pantaloneta, licra debajo de la camiseta, el buso, la chaqueta…son prácticamente 6 prendas por jugador, y en este momento hay 38 jugadores entrenando con el primer equipo. Además las toallas, que en otra época la llevaba cada jugador y la lavaba en su casa”.

Y desde luego, algunos jugadores son más consentidos. “Cada uno tiene una cosita que usan aparte, por ejemplo ‘Omitar’ (Pérez), que tiene su tobillera, otros usan musleras, Yulián (Anchico) le gustan sus gorritos. Cosas así”.

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Lilia y María, juntas se ayudan con varias máquinas de lavado para tener al día la ropa en Santa Fe. Foto; Juan Diego B. Cano/EL TIEMPO.

Claro que ahora la tecnología ayuda. Lilia, y su compañera María, tienen a disposición varias lavadoras y secadoras de alta potencia para que la ropa esté limpia y a la orden para el día siguiente. “La rompa queda limpia y seca más o menos en 4 horas. Lavamos todos los días, de domingo a domingo, siempre y cuando haya partido a mitad de semana. Si hay semana larga, nos dan el domingo”.

Entre tantas camisetas y distintivos santafereños, Rosa Lilia tiene un verdadero museo. “La primera camiseta que me regalaron, no recuerdo quien, era de Arroz Futura (el patrocinador) y la última, autografiada y con dedicatoria especial, me la dio ‘Carlitos’ (Luis Carlos Arias). Yo soy una privilegiada. Además tenemos camisetas de otros equipos, más como recuerdo que otra cosa, de cuando mi esposo era utilero. En total deben ser unas 80 camisetas”.Los gajes del oficio

No todo es limpieza y colores intensos. “En alguna ocasión nos llegaron unas camisetas que desteñían. Eso era un martirio. No aguantaban las lavadas y los uniformes tienen que ser prendas que resistan, que sean como un overol de trabajo. También unos ‘petos’ que se dañaron completamente y se destrozaron en la lavadora”.

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Cada futbolista es un "cuento aparte" y hay que cuidar sus accesorios. Foto: Juan Diego B. Cano/EL TIEMPO.

Pero lavar en una alberca, o con una lavadora cerca, no es tarea tan complicada. Pero otra cosa es hacerlo en el baño de un hotel. “Como yo estaba de cumpleaños, estando don Hugo Prieto de presidente me regaló el viaje a Cartagena con el equipo, que iba a jugar un cuadrangular amistoso. Pero mi esposo no llevó los dos uniformes y después de cada partido, él llegaba como a las 11 de la noche, me tocaba ponerme a lavarlos en la ducha del hotel, y cogía como lavadero las ‘neveritas’ que llevaba el kinesiólogo. Y luego a tender por toda la habitación la ropa y tratar de secarlas porque se necesitaba para el otro día. Esa vez me dio las 4 de la mañana”, recuerda entre sonrisas Rosa Lilia.Las mujeres también juegan en Santa Fe

Si bien los futbolistas, el técnico y el presidente son los hombres que ponen la cara en el estadio y ante los medios, detrás de ellos hay un matriarcado, como dice Lilia, que también ayudan a que el equipo marche. “Somos muchas mujeres que le ponemos el hombro, todas trabajamos con cariño. Desde nuestra gerente administrativa hasta nosotras, que nos encargamos de la ropa. También jugamos nuestro partido día a día”.

En 30 años no todo ha sido jabón y agua, también le ha tocado “estar en la recepción, colaboré en la mensajería, trabajé en la logística del estadio. Creo que he pasado en todas las partes donde Santa Fe me ha requerido y espero seguirle siendo útil a la institución, porque gracias a mi paso por el equipo he podido levantar mi familia, construir mi casa y sacar adelante a mis hijos”.

En el día de la mujer, Lilia representa el empuje santafereño, la calidad humana de las mujeres que sostienen al primer campeón de Colombia y la pasión y amor con la que dan lo mejor de cada una porque el ‘expreso’ marche a todo tren.

Juan Pablo Arévalo López
Periodista de Futbolred
juaare@eltiempo.com
En Twitter: @Arevalo327

La limpieza en las prendas de Santa Fe dependen de sus manos y de su destreza para el lavado.

La limpieza en las prendas de Santa Fe dependen de sus manos y de su destreza para el lavado.

Foto: Juan Diego Cano/ ETCE

Redacción Futbolred
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