Freddy Rincón es uno de los futbolistas más emblemáticos del fútbol colombiano. Fue mundialista en 1990, 1994 y 1998. Además, marcó un gol que está entre los más importantes de la Tricolor en las Copas del mundo, anotándole a Alemania, a la postre campeona en 1990, y clasificando por primera vez a la Selección a la ronda de octavos de final.
Ese gol a Alemania, esa celebración frenética del ‘19’ de la Selección, quedó inmortalizada en la memoria de los colombianos. Pero ahora, quedó en la piel de los Rincón, pues Freddy recibió un emotivo regalo de su hijo: Sebastián.
El atacante de Aldosivi, de Argentina, se tatuó la imagen de su padre cuando festejó el agónico gol que le marcó a Alemania y que le dio el empate 1-1 a Colombia. Qué lindo obsequio.