El futbolista Benjamin Mendy, del Manchester City, acude al Tribunal de la Corona de Chester (Inglaterra) en un juicio por un total de diez delitos sexuales: ocho presuntos casos de violación, uno más por agresión sexual y otro adicional por intento del mismo delito.
Según la prensa británica, se han escuchado testimonios verdaderamente macabros contra el francés, quien fue denunciado el año interior por varias posibles víctimas.
Una de ellas habría acusado a Mendy de haber abusado de ella hasta tres veces en una de las habitaciones del pánico de su mansión en Manchester, a la cual se accede solo por una huella digital. "Parecía haber visto un fantasma. Ella se quedó en blanco. Parecía muerta", después de la agresión, explicó ante el jurado una amiga tras las preguntas del fiscal.
Según el diario 'Daily Mail', ambas se fueron a casa en un taxi y al siguiente día la víctima le habría contado a su amiga que el futbolista le había prometido no tocarla si se desnudaba mientras él la miraba, pero que luego la "obligó" a acostarse en una cama y la violó.
“Dos testigos alegan violaciones en esas habitaciones y sintieron que estaban encerradas asustadas y aisladas”, había dicho el fiscal Timothy Cray.
Según las filtraciones del juicio, la denunciante, de 29 años, el jugador insistía en que ellas “podrían ir las noches que quisieran” y les pedía que “no se lo dijeran a nadie”, ya que estar con él era "un privilegio”.
Para la Fiscalía, Benjamin Mendy es un "depredador" que "convirtió la búsqueda de mujeres por sexo en un juego".
El futbolista, quien se declaró inocente al inicio del proceso, enfrenta penas que irían de los 5 a los 20 años de cárcel, aunque algunos hablan hasta de cadena perpetua por la cantidad y la gravedad de las denuncias.