En la primera jornada del grupo A, Junior perdió 1-2 contra Flamengo en el Metropolitano de Barranquilla. Los dirigidos por Julio Comesaña empezaron desconcentrados y Everton Ribeiro cobró a los seis minutos. En adelante, los locales buscaron recomponer el camino pero la falta de generación y el gran planteo del equipo brasileño impidió el empate. En un contragolpe los brasileños ampliaron la ventaja y en la última, ‘Teo' descontó. Acá en FUTBOLRED le traemos el análisis de la derrota del Junior:
Como ya se comentó, el principal error del tiburón es la desconcentración. Un gol a los seis minutos de partido es inaceptable y si se tiene en cuenta el contexto, Copa Libertadores, y el rival, actual campeón del certamen, se empeora la situación. El gol visitante fue una suma consecutiva de errores: duelo perdido de Marlon Piedrahita con el uruguayo De Arrascaeta, defensa sin referencia y Everton Ribeiro, autor del gol, en completa soledad. Para completar, a los seis minutos del segundo tiempo le repitieron la dosis al local: Joao Lucas ganó en velocidad a Fuentes y envió un centro atrás que Gabigol por poco concreta. Una jugada calcada a la del primer gol.
Otro gran error del equipo barranquillero es que en gran parte del partido no pudo recuperar el balón sino que interrumpía juego a partir de faltas o rechaces. Por si fuera poco, Flamengo en cada pelota quieta poblaba el centro de terreno con jugadores y ello le permitía ganar los rebotes y las segundas jugadas. Todo lo anterior le permitió a los brasileños controlar el partido a placer y no preocuparse ante un posible contragolpe del conjunto local.
En la segunda parte, Junior mostró mejores argumentos: proyectó a sus laterales (Fuetens y Piedrahita), ‘Teo' hizo la labor de eje para abrir espacios y adelantó las líneas para cortar la organización de los brasileños. A pesar de lo anterior y del aliento de su gente, la claridad en la última jugada nunca se vio. Aunque ingresaron Carmelo Valencia y Sherman Cárdenas, los dirigidos por Julio Comesaña no tuvieron la finura necesaria para generar una jugada que preocupara a Diego Alves. Finalmente el descuento llegaría en un jugada aislada, pelota quieta que capitalizó Teófilo Gutiérrez.
En conclusión, Junior pagó caro un error en la primera parte y a pesar del amor propio no pudo darlo vuelta. Ahora deberá recuperar de visita lo perdido en casa, si desea continuar con el sueño continental.