Con el retorno a la competencia tras el receso por la pandemia, Deportivo Independiente Medellín ha disputado tres partidos, con el mismo número de derrotas. Los errores son recurrentes, poco ataque, un equipo descompensado, sin ideas de juego ofensivo y cometiendo desajustes en la defensa que terminaron con caídas por la mínima diferencia en los minutos finales del partido. A continuación, el análisis del partido tras el 0-1 con Boca Juniors en el Atanasio.
Durante 87 minutos, Deportivo Independiente Medellín estaba sacando el cero en su arco por primera vez en los tres partidos que había disputado en este tramo del año. Se mostró un equipo compacto en defensa, con buenos relevos, que trataba de animarse al ataque por las bandas y aunque no había conseguido rematar al arco de manera continuada como si lo hizo su rival, sostenía un resultado “favorable”, que no le alcanzaba para seguir con aspiraciones de avanzar a los octavos de final de la Copa Libertadores, pero mantenía opciones en la Copa Suramericana.
Sin embargo, y como le ocurrió frente a Alianza Petrolera en Barrancabermeja, un error puntual de su lateral derecho (en esa ocasión fue Juan David Mosquera y en este partido Didier Delgado) terminó costándole muy caro al conjunto rojo de Antioquia. Pero más allá de ese desacierto en la zaga, Medellín es un equipo muy lento en sus movimientos, le falta un generador de juego que pueda conectarse con Javier Reina, quien está demostrando que no puede conducir al equipo, ni ser el ‘10’ que pretende Aldo Bobadilla.
El entrenador paraguayo intentó permutar las opciones y los delanteros, buscando un momento de brillantez que le permita agredir en el arco rival. Pero el frente de ataque es la zona más flaca del equipo, no solo porque no intentan rematar fuera del área y parece que estuviera prohibido hacerlo, sino que falta sorpresa a la hora de desequilibrar una línea férrea rival.
Al final, el fútbol se gana con goles y el poderoso le falta chispa, le falta dinámica y ese fuego interno para romper esquemas y que les permita agredir al rival. Es predecible y con ese juego es poco lo que pueden aspirar este año.
Juan Camilo Álvarez Serrano
Corresponsal FUTBOLRED
Medellín
En twitter: @juanchoserran8