El Gobierno de Río de Janeiro anunció que adoptó medidas para impedir el ingreso al estadio de los 283 aficionados del Peñarol detenidos por los actos vandálicos ocurridos este miércoles en una playa de esta ciudad brasileña, poco antes del partido contra Botafogo de semifinales de la Copa Libertadores.
El secretario de Seguridad Pública de Río, Victor Cesar Carvalho, afirmó en una rueda de prensa que parte de los hinchas del Peñarol serán puestos en libertad antes del partido debido a que recibirán cargos de menor gravedad, pero que ya se adoptaron las medidas para impedirles que acudan al estadio Nilton Santos.
El anuncio fue hecho poco después de que el gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, ordenara a la Policía que escolte a los aficionados detenidos fuera del perímetro de este estado brasileño.
Igualmente se produce en medio de las versiones según las cuales representantes de la federación uruguaya de fútbol realizan gestiones para intentar que los fanáticos sean liberados y puedan acudir al partido de ida entre Botafogo y Peñarol por las semifinales de la Libertadores.
“Algunos (de los detenidos), dependiendo de la conducta, van a permanecer detenidos. Los otros, por ser acusados de crímenes de menor potencial ofensivo, probablemente serán liberados, pero incluso así no van a asistir al partido”, afirmó Carvalho.