Santiago Arias se enfrenta a una realidad dolorosa pero retadora: no tiene y seguramente no tendrá protagonismo en el Atlético de Madrid y un cambio de aires ya no es una opción sino una necesidad.
La película con Diego Simeone ha ido pasando de la ilusión a la pesadilla, pero, hay que decirlo, no ha sido ni mucho menos una sorpresa.
Arias llegó a un equipo que no requiere de sus virtudes ofensivas, que son muchas y muy bien apreciadas en varias Ligas de Europa, tanto como de su precisión defensiva, lo que para el DT argentino es absolutamente indispensable. Lo sabía cuando salió de PSV en 2018 y lo pudo saborear en esta temporada y media que completa...
Pero era un aterrizaje en la estelar Liga de España, en uno de los tres clubes que pelean los títulos en ese país, era vivir en Madrid, codearse con ese universo que tan distinto parecía de la cotidiana Holanda... Era un riesgo al que resultaba prácticamente imposible negarse. Se esforzó sí, tuvo oportunidades suficientes, hay que reconocerlo, pero no dio lo que esperaba su DT, quien resumió su inconformidad con un mensaje contundente: contrató a Kieran Trippier, que tiene ida y vuelta y marca, mucha, mucha marca.
Lo cierto es que, al final, sus números le dan la razón al hoy malquerido Simeone. Arias, el que venía de jugar 35 partidos por temporada en PSV (2017-2018), sumó 33 juegos en su primera temporada con el 'colchonero' (sí que tuvo oportunidades) para pasar hoy a contabilizar solo 11 juegos, más como alternativa que como protagonista.
Arias tiene 550 minutos en 7 juegos de LaLiga, 19 minutos en Supercopa (1 partido), 120 minutos en Copa del Rey (1 partido) y 180 minutos en dos salidas por Champions League. Son 899 minutos en toda la temporada. La preocupación habla por sí sola.
¿Qué opciones tiene?
La situación hace que Arias se platee con toda seriedad un cambio de equipo. Porque la inactividad ha hecho que pierda un rol protagónico que lo llevó a dos Mundiales con la Selección Colombia, porque Luis Manuel Orejuela sano le gana el pulso ante el técnico Queiroz, porque ese perfil defensivo lo resuelve incluso un central improvisado como Stefan Medina por encima de él y de toda su experiencia. El DT lo visitó en Madrid para verlo jugar en Champions y se lo cruzó en la tribuna... Arias sabe lo malo que eso puede ser.
Así que ahora las opciones son salir o salir. Sabe que para mediados de año, cuando llegue la Copa América en Colombia, estará buscando club. Por eso quiere minimizar el golpe y, según informaciones de prensa, mantenerse en España y no ir a una nueva Liga, con nuevo idioma y nuevas condiciones.
Arias sonaba para Napoli en el pasado mercado, cuando se confirmó que Trippier ocuparía su lugar y lo dejaría al margen. Pero ese cambio tan drástico, en año de full competencia con Selección y ahora con dos hijos, es demasiado traumático para su proceso. Por eso prefiere una mudanza local que le asegure los minutos de los que no dispone con Simeone. El Valencia, el que viene de ser goleado por Atalanta en Champions, es su plan A. ¿Convendría? El mercado marcará su ruta y él, que ya sabe que cualquier lucha adicional será estéril en el Atlético, debe tener la maleta lista.