Los jugadores colombianos han crecido inmensamente desde lo mental, lo técnico y lo físico y esto les ha permitido llegar con mayor facilidad al mercado europeo, sin embargo, hay un problema que aunque no es la constante sí se presenta en varios casos y con jugadores que tienen todo el talento para estar a la altura de los mejores.
Se trata de la relación técnico – jugador, un pilar fundamental para la confianza del futbolista y, por ende, de su continuidad dentro del equipo, pues no estar en la misma línea del entrenador significa no jugar y también convertirse en un jugador transferible que no logra regularidad ni crecer en un club, situación importante para un futbolista y que le permite desarrollar de manera más sencilla sus habilidades.
Hay tres casos fundamentales que ejemplifican esta situación: James Rodríguez, quien sufrió la llegada de Zinedine Zidane a Real Madrid y el arribo de Kovac a Bayern Múnich; Luis Fernando Muriel, quien sabe que la llegada de Vincenzo Montella a un club, para él es su carta de salida; y por último, Jeison Murillo, cuyo regreso a Valencia se pone en duda pues su relación con Marcelino, actual entrenador del equipo de Mestalla está completamente rota.
Partiendo de esto, en FUTBOLRED analizaremos cada uno de estos casos detallando un poco el porqué de esa situación.
James Rodríguez: desde que salió de Mónaco, el volante colombiano solo ha podido sentirse realmente cómodo con dos técnicos, el italiano Carlo Ancelotti y Jupp Heynckes, quienes coincidían en una sola cosa, lo dejaban jugar un poco más libre y lo rodeaban más para permitirle algunas libertades en la marca.
Sin embargo, sus problemas con Zinedine Zidane y Niko Kovac, además de la táctica y la marca, estuvieron relacionados con una falta de entendimiento por parte de ambos con el colombiano, situación que terminó con el ciclo del ‘10’ de la ‘Tricolor’ en los dos equipos que ambos entrenadores aún manejan: Real Madrid y Bayern Múnich. La pelea, básicamente, radicaba en las funciones que cumplía el jugador y en las que no podía brillar como estaba acostumbrado, situación que desnudó algunas de sus falencias y que terminó por dejarlo un poco mal parado frente a la óptica europea en la que alcanzó a considerarse como uno de los mejores en su posición.
Luis Fernando Muriel: la suerte de Muriel en tres de los clubes no parece tan favorable pues siempre que empieza a brillar, algún problema ocurre con su técnico y el elegido es Vincenzo Montella, entrenador al que en ninguno de estos tres encuentros ha logrado adaptarse.
El problema, muy similar al de James, es posicional y de funciones, pues Montella ubica al atacante colombiano en posiciones en las que no se siente muy cómodo y esto le impide llegar al arco rival perfilado de la manera en la que más fácil le resulta anotar y en la que más producitva e su labor, situación que termina por “quemar” al atacante y lo deja disponible para que en el mercado sea transferido tal como sucedió en el presente descanso de verano en Europa tras el cual Muriel fue transferido a Atalanta.
En posición de doble 9 o haciéndolo arrancar desde muy atrás, Muriel no se siente tan cómodo y esto lo perjudica de manera notable, por lo que ha salido de Sampdoria, Sevilla y Fiorentina, teniendo un punto en común luego de estas tres transferencias, el mismo entrenador.
Jeison Murillo: el último mencionado e involucrado en este tipo de problemas es el defensor central Jeison Murillo, quien tuvo pocos minutos en Barcelona, volvió de su préstamo al equipo catalán y ahora no tendría lugar en Valencia, algo que perdió desde antes de partir hacia el equipo blaugrana.
Murillo fue uno de los jugadores que más minutos tuvo desde la llegada de Marcelino al club de Mestalla, sin embargo, luego de una serie de lesiones y una operación en secreto, de la que el jugador no hizo partícipe al club, la confianza del entrenador en el jugador se perdió por completo y así su participación en los juegos importantes.
El técnico sintió que lo hecho por el futbolista fue un desplante y desde ahí no volvió a incluirlo más que para ir al banco de suplentes, algo que ahora hace pensar en una posible transferencia del defensor quien ya está completamente recuperado y piensa en tener mayor continuidad pues aún le queda mucho de carrera por delante y añora volver a la Selección Colombia.
Como se puede ver, aunque los colombianos están dotados de gran talento y su técnica es apetecida por varios clubes, la falta de adaptación táctica es uno de los grandes problemas que enfrentan para triunfar en Europa, situación a la que se suman comportamientos como el de Murillo en donde la férrea disciplina de los equipos del ‘Viejo Continente’ se niega a aceptar este tipo de situaciones.