James Rodríguez y Rayo Vallecano tendrían todo listo para una presentación oficial este lunes. La prensa española asegura que llegaron a un arreglo total y que, la operación que inicialmente parecía difícil, ahora sería un hecho.
Claro, se dice tanto de un jugador como él que nada estará dicho hasta que todo esté dicho, es decir, hasta que no aparezca la foto de la firma del contrato y la camiseta de la banda cruzada en el pecho.
Y es que en el camino hacia este refuerzo, otro colombiano estelar después de Falcao, hubo más de un obstáculo que fue necesario remover para finalizar la operación.
El caos del estadio
Uno de ellos pasa por la situación del estadio en Vallecas, un escenario que es público y que requiere de mucha participación de la municipalidad de Madrid para resolver sus dudas.
Todo ha sido un lista de complicaciones: el escenario no ofrece garantías suficientes a los hinchas pues hay pocos parqueaderos, daños en la infraestructura, nula oferta comercial y, por si fuera poco, es imposible vender abonos que disparen las ganancias para acometer grandes fichajes debido a que su capacidad es apenas de 14.000 espectadores.
¿Cómo lo resolvió? En julio pasado se anunciaba un alivio importante: el gobierno de la Comunidad de Madrid anunció que invertiría 2 millones de euros en arreglos locativos para mejorar el estadio y que los trabajos arrancarían en 2025 y terminarían en 2027.
Esa noticia es buena pues se especuló con la necesidad de trasladarse incluso de Madrid si no había inversión en el escenario. Sin embargo sería una cuestión de maquillaje pues no se resuelven los problemas de fondo y no garantiza ampliar la base de aficionados en la taquilla, un ingreso fundamental para pagar a James.
Por eso y por su edad (33 años) el contrato sería de solo una temporada, que coincidiría con las reparaciones. ¿Se irá del lugar después? nadie sabe. La apuesta, más después de lo que pasó con Falcao y la imposibilidad de usarlo más por culpa de las lesiones, es precavida por ahora.
La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, reconocía en febrero que a largo plazo hay que pensar en una solución radical: “Estamos hablando con el club para buscar una nueva ubicación, porque cada vez es más insostenible que sigan en Vallecas”, dijo en charla con el diario AS, lo que provocó airadas protestas de los aficionados. Por ahora, en ese pequeño estadio jugaría el 10. Ya habrá tiempo para lo demás.