Un tribunal alemán sentenció el martes a 14 años de cárcel a un ciudadano de nacionalidad alemana y rusa por detonar una bomba junto al autobús del club de fútbol germano Borussia Dortmund (BVB) en 2017, que provoco heridas a un jugador.
El agresor, identificado como Sergei W., admitió haber perpetrado el ataque en abril de 2017, pero aseguró que su intención era ganar dinero más que dañar o matar a alguien. Fue acusado de 28 cargos de intento de asesinato, causar heridas corporales graves y provocar una explosión.
El equipo se dirigía a su estadio -el mayor de Alemania, con capacidad para 80.000 espectadores- para disputar un partido de la Liga de Campeones contra el AS Monaco cuando explotó la bomba. El defensa español Marc Bartra resultó herido en un brazo y el partido fue aplazado un día.
El acusado expresó su profundo arrepentimiento por lo que hizo, asegurando que no pretendía dañar a nadie. Su abogado dijo que planeó el ataque para provocar una caída en el precio de las acciones del BVB y poder obtener beneficios.
Los fiscales, que querían que fuera condenado a cadena perpetua, argumentaron que el acusado compró opciones por valor de unos 44.000 euros (49.800 dólares) el día del ataque, que podría haber vendido con ganancias si el precio de la acción se hubiera desplomado.
Lo cierto es que el BVB subió tras el ataque. Las acciones del club también treparon un 2,7 por ciento el lunes, después de que la última victoria del club en la Bundesliga lo llevó a lo más alto de la clasificación del campeonato alemán. (1 dólar = 0,8828 euros).
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