Bayern Múnich llegaba con la misma presión del último fin de semana, con solo un punto de ventaja frente al Borussia Dortmund y la necesidad de ganar, y parecía que pasaría muy por encima de un Eintracht Frankfurt que lucía tímido, pero que llegó a meterle mucho miedo.
El partido fue de locos: ganaba el Bayern 3-0, se acercaba el visitante hasta el 3-2 y luego, por culpa del error más que otra cosa, acabó en una goleada 5-2, que estuvo lejos de ser tan cómoda como pareciera.
Al 11 estrellaba Lewandowski un zurdazo en el travesaño y tres minutos después, de frente al arco, cabeceaba bien Pavard pero Trapp estaba donde tocaba para salvar su puerta. Era cuestión de tiempo el primer tanto rojo.
Y fue a los 16 cuando apareció: rápida salida por izquierda del Bayern y en su puesto de asistente apareció Müller con un centro que atrapó perfecto Goretzka para fusilar al portero. Lindo salió el 1-0 parcial.
Al 40 cayó el segundo para dejar claro el dominio local, lindo pase de Davies y Müller hacía completa su tarea, con gol y asistencia. Lo revisó el VAR por las dudas y al fin lo validó.
Inaugurando el segundo tiempo, apenas en un minuto de juego, una salida rápida por la banda de Coman acabó en un cabezazo de Lewandowski, infalible de frente a la puerta. Y ya era un 3-0 inapelable… que pintaba para ponerse peor.
Pero no fue así y es culpa de la fortuna. El visitante descontaría en una horrible marca local a la salida de un tiro de esquina a los 51, que superó a todos los de rojo y le quedó a Hinteregger, quien tuvo tiempo para acomodarse y rematar lejos de la mano de Neuer. Historia repetida del Bayern desde 2017: letal al frente, muy impreciso atrás.
La siesta se alargó hasta los 55 y en una jugda idéntica: tiro de esquina, por arriba superada la lenta defensa, gol de Hinteregger y el partido, sin ninguna explicación, se ponía 3-2. O sí, una razón: el líder en su área es un flan.
Lo resolvía Bayern con Davies en un horror del visitante, un inexplicable pase del defensor al atacante para el 4-2, que traía algo de calma a un equipo que ganaba sobrado y sufría de nuevo a los 67 el posible tercer tanto, en un mano a mano que perdió Silva con Neuer. ¡Solo se complicaba el Bayern!
Pero bueno, la fortuna de nuevo quiso que Hinteregger se apuntara dos goles a favor y uno en contra y en una infortunada jugada, a los 73, puso el marcador 5-2. Y no decayó el visitante, que estrelló un remate en el palo a 7 minutos del final y, de pura entrega, tal vez mereció más.
Al final, de nuevo el Bayern recuperó la cabeza fría para imponerse con muchos goles a favor, para mantener a 4 puntos al Dortmund y recibirlo, el próximo martes, en el gran clásico de la Bundesliga, ojalá con la calma que por muchos pasajes le faltó este domingo en el Allianz Arena.