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La lista de preocupaciones de Reinaldo Rueda, entrenador de la Selección Colombia, es larga y complicada.
El DT necesita armar una convocatoria en medio de la cantidad de lesiones que afectan a los habituales, empezando por James Rodríguez, quien no jugó este lunes en la victoria 1-0 de Everton contra Southampton, y pasando por el goleador Duván Zapata, Juan Guillermo Cuadrado y David Ospina, entre otros.
Se suman las complicaciones logísticas para los viajes en medio de la pandemia. Pero puede que no sea ninguna de esas la gran preocupación cuando falta menos de un mes para enfrentar a Brasil (26 de marzo) y Paraguay (30), por las eliminatorias a Catar 2022.
El momento anímico de ese grupo que sufrió las goleadas contra Uruguay (0-3) y Ecuador (6-1) es un enorme dolor de cabeza, pues detrás, al parecer, hubo roces, enfrentamientos de distintos tipos, fisuras en un equipo que necesita recuperar, antes que todo lo deportivo, su espíritu.
Así de claro lo ve un mundialista, un hombre que hizo parte de ese equipo que siempre fue un bloque y que logró la mejor participación histórica de Colombia en un Mundial, en aquella inolvidable cita de Brasil 2014.
"La verdad es que Colombia tiene jugadores, jugadores de calidad, en todas las partes del mundo y acá lo primordial es hacer un buen grupo, que se conforme una familia", dijo Camilo Zúñiga al programa 'Blog Deportivo', de 'Blu Radio'.
Admitiendo que pudo pasar algo más que la frustración normal de la derrota y dejando abierta la opción de que las versiones sobre golpes y recriminaciones muy fuertes en el vestuario, el exjugador explicó: "si le dolió algo a un compañero, pues que también me duela a mí. Que se note la familia. Reitero que hay jugadores de jerarquía, tenemos una base, hay material y lo que sigue es hacer una buena familia".
Ese concepto de familia es lo que defienden todos los equipos cuando logran grandes gestas. Más o menos lo que necesita hacer Colombia a fin de mes para recomponer el camino en las Eliminatorias y salir del incómodo séptimo lugar de la tabla que ocupa hoy. No lo hará nadie por superado, no habrá caudillos. Lo que se haga, bueno o malo, dependerá del trabajo de todos, juntos y en una misma sintonía.