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La liga de los Estados Unidos de fútbol femenino se ha mantenido como una de las mejores en evolución durante los últimos años. Con la formalización en el rentado nacional, al igual que en su selección del ‘Equal Pay’ en hombres y mujeres han maravillado al mundo y han sido tomadas como ejemplo en otros países como en Brasil donde también se habla de pagos similares entre ambas ramas, la masculina y femenina.
Sin embargo, no todo podía estar a la perfección en el balompié de mujeres. El anhelo de todos y el sueño es que una liga de mujeres se pueda mantener sin ningún problema, sin abusos sexuales, sin condicionantes que dañen o que manchen el buen nombre de la competencia, pues sin duda alguna, el fútbol en Estados Unidos ha sido muy bueno, no solo en su liga, sino que también a nivel de selecciones, no en vano, se habla del combinado nacional que reina a nivel mundial.
Con cuatro campeonatos del mundo conseguidos, Estados Unidos lidera el escalafón como mejor selección, y así se ha mantenido últimamente. No obstante, el rentado nacional no está exento lamentablemente a casos de abuso sexual, pues las denuncias estaban interpuestas desde hace más de un año en los despachos de la National Women’s Soccer League (NWSL).
En 2022, estalló una bomba en la NWSL por un reporte de más de 173 páginas demuestran casos sistemáticos de abuso, acoso sexual y laboral por parte de entrenadores de los diferentes clubes, tanto que los propietarios de clubes como Portland Thorns y Chicago Red Stars abandonaron sus cargos por la investigación que los rodea.
El diario The Athletic encontró en 2021 abusos generalizados de jugadoras, y entrenadores tanto sexual como emocional en la NWSL. Sally Yates, quien está manejando la investigación mencionó, “el abuso en la NWSL tiene sus ra´cies en una cultura más profunta en el fútbol femenino, comenzando en las ligas juveniles, que normaliza el entrenamiento verbalmente abusivo y desdibuja los límites entre entrenadores y jugadoras”.
Entre el informe hablan de un entrenador que llamó a una jugadora para mostrarle un video de un partido, y en ese video le mostró pornografía. Otros mantienen que futbolistas debían tener relaciones sexuales entre ellas para diferentes privilegios dentro del club.
Con la investigación que perdura, Sally Yates ha podido concluir distintas cosas, “los equipos, la Liga y la Federación no solo fallaron repetidamente en responder adecuadamente cuando se enfrentaron informes de jugadores y evidencia de abuso, sino que también fallaron en instituir medidas básicas para prevenirlo y abordarlo”.
Sumado a lo anterior, señalan a Paul Riley, ex director técnico del Portland Thorns, uno de los clubes que más investigado está, “se presentaron acusaciones de conducta sexual inapropiada contra Riley cada año desde 2015 hasta 2021, por ejemplo, y una encuesta anónima de jugadores en 2014 también identificó a Riley, que entonces entrenaba a los Portland Thorns, como verbalmente abusivo y sexista”, dice Sally Yates.