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James Rodríguez vive horas oscuras en Sao Paulo. Su continuidad en el cuadro paulista no es segura pese a que durante el lunes, el técnico Thiago Carpini explicó las razones de su ausencia en la final de la Supercopa brasileña que ganó su equipo ante Palmeiras.
El entrenador señaló que James tiene una lesión crónica en el sóleo que lo ha marginado del inicio de la temporada.
"El problema es que ha estado luchando con la sesión de entrenamiento. Con cada secuencia que tiene, viene con un problema crónico en el tendón, en la pantorrilla. Pierde tres o cuatro días y, cuando alcanza su mejor forma, lo vuelve a sentir. Creo que esto ha afectado su parte mental y ha dificultado su regreso".
No obstante, pese a esto, no se entiende el por qué James estaría negociando con Besiktas y todo parece indicar que podría ser una nueva ‘pataleta’ que se podría sumar a otros escándalos que ha tenido en otros clubes.
James saltó a Europa y aunque en Porto y Mónaco vivió en armonía y tuvo un gran rendimiento los problemas comenzarían en Real Madrid donde tendría su primera polémica.
Esto se dio principalmente cuando Carlo Ancelotti dejó el Madrid en 2014 y llegó Rafa Benítez donde perdió protagonismo y además las lesiones lo complicaron.
Con Benítez el problema fue el mismo, el sóleo, lesión que condicionó al futbolista y luego a la llegada de Zinedine Zidane perdió aún más oportunidades. Tras salir del cuadro español llegó al Bayern donde brilló con Jupp Heynckes, pero con Niko Kovac no tuvo la mejor de las relaciones y terminó saliendo de allí.
Cuando volvió a España llegó con fama de ser fiestero y tras una temporada prácticamente sentado saltó a Everton donde tuvo una primera buena campaña con Ancelotti y a su salida llegó Benítez quien directamente le dijo que se buscara un equipo.
Siendo así, James dio el salto al fútbol catarí con Al Rayyan donde nunca se pudo adaptar y tuvo problemas con el técnico Nicolás Córdova que lo relegó al banquillo por algunas actitudes y también por las lesiones.
Unos meses después de su salida de Catar, llegó a Olimpiacos donde los problemas físicos lo siguieron nuevamente y allí no reaccionó de la mejor manera por lo que finalizó su contrato en el club griego y puso rumbo a Sao Paulo donde estaría insatisfecho tanto por lo físico como por otras razones.