Rusia, que recibirá desde el 14 de junio el Mundial de fútbol del 2018, fue multada con 30.000 francos suizos por insultos racistas de los hinchas que apoyan su selección en el partido contra Francia en marzo en un juego disputado en San Petersburgo.
Asistentes al encuentro deportivo escucharon gritos de "mono" dirigidos contra los jugadores franceses en varias ocasiones, incluso cuando el mediocampista Kante fue a la línea a lanzar un saque de banda.
La Fifa señaló que realizó una "investigación minuciosa" con videos del partido para tomar su decisión. Sin embargo reconoció la gravedad del incidente, pero agregó que sólo un número limitado de aficionados estuvo involucrado.
Rusia se ha comprometido a perseguir el racismo de cara al mayor escrutinio antes del Mundial de este año, que se disputará desde el 14 de junio al 15 de julio en 11 ciudades, incluidas Moscú, San Petersburgo y Sochi.
No obstante, se han conocido otros casos de insultos racistas antes del torneo. Smertin dijo en ese momento que la RFU está buscando a los responsables de los cantos y dijo que no se les permitirá acudir a los estadios de fútbol.
Reuters