No son días para galas, fiestas ni eventos suntuosos, de esos que fascinan al fútbol. Al menos eso estaría pensando la FIFA, que habría decidido no entregar el premio en el el próximo mes de septiembre y declarar desierto el galardón que le entregó a Lionel Messi el año pasado.
Sin saber con certeza si las principales ligas terminarán y en plena incertidumbre también por el futuro de la Champions League, que en años sin Mundiales inclina la balanza a la hora de la elección, la FIFA, según el diario Marca, ha decidido ahorrarse ese suntuoso gasto.
El presidente Infantino, según la fuente, considera además que los miles de muertos que deja la pandemia del coronavirus covid-19 hacen que una fiesta del fútbol resulte poco ética. Estaba prevista la gala en Milán para septiembre, pero en ese momento no se sabe con certeza si habrá resultados de todas las competencias y aparte es un misterio si habrá oepraciones aéreas normalizadas para permitir la llegada de los invitados. La logística, en general, no parece viable.
La duda ahora es qué pasará con el Balón de Oro, que tiene más tiempo hasta fin de año, pero que tendría los mismos inconvenientes.
La finalización de torneos, como ya ocurrió en Francia, sacaría de carrera a candidatos como Kylian Mbappé (PSG, 18 goles) mientras la marca del actual líder del Pichichi europeo, Ciron Inmobile (Lazio, 27 goles), parece fácil de derrotar por los de la Bundesliga que comienzan la competencia en unos días: Robert Lewandowski (Bayern Múnich) y Timo Werner (Leipzig, 21), eso en el caso de que se pueda jugar sin novedades. Seria injusto con Inmobile, quien no puede defenderse por falta de fútbol en Italia...
