Hace 25 años, el 2 de julio de 1994, Colombia lloraba como nunca antes la muerte de uno de sus hijos. Los violentos se habían cobrado la vida del futbolista Andrés Escobar, el impecable defensor de Atlético Nacional cuyo único gran error fue un estúpido autogol en un Mundial.
Ríos de personas de todas las edades acudían al adiós de quien fuera el defensor central de la Selección Colombia que, para bien y para mal, llegó a ser considerada para muchos la mejor de la historia. Y lo fue, al menos hasta ese momento.
El caballero Andrés era un hombre con buenos modales, gran discurso, un lector empedernido, buen hijo, hermano y novio de Pamela Cascardo.
Su fútbol era como él, leal, discreto pero efectivo, respetuoso y digno de admiración. Lo disfrutó Atlético Nacional, el único club para el que pudo jugar y con el que ganó dos títulos, en 1991 y 1994. Se fue con la promesa de llegar al Milán de Italia que nunca pudo cumplir.
Escobar era titular indiscutible de la Selección Colombia de Franciso Maturana que firmó na brillante clasificación al Mundial de Estados Unidos en 1994 y que llegó a ser considerada por Pelé como candidata a campeona mundial.
Era un equipo que se recitaba de moemoria: Óscar Córdoba, Luis Fernando Herrera, Luis Carlos Perea, Andrés Escobar, Wilson Pérez, Gabriel Jaime Gómez, Leonel Álvarez, Freddy Rincón, Carlos Valderrama, Adolfo Valencia y Faustino Asprilla. Era un derroche de imaginación, de alegría, de la inteligencia que aportaba 'El Pibe' y la explosión que era el sello del 'Tino'.
Aquella nómina estaba destinada a una gloria que no alcanzó porque el fútbol no siempre premia a quien mejor lo interpreta.
El sueño de aquellos talentosos empezó a desinflarse en el estadio Rose Bowl de Pasadena, donde sin atenuantes ganó Rumania 3-1, con goles de Raducioiu (minutos 15 y 89) y Hagi (minuto 34). Lo que se conocería mucho tiempo después es que horas antes de ese duelo, supuestos apostadores en Colombia llamaron a Maturana para amenazarlo con poner una bomba en su casa si alineaba a Gabriel Jaime 'Barrabas' Gómez, hermano del asistente Hernán 'Bolillo' Gómez. El propio jugador contó que llegó en medio de una escolta policial a su casa tras aquel terrible día. El miedo cundía en la delegación, incapaz de sospechar lo que días después ocurriría.
¿Por qué lo matarían? La explicación que se dio en su momento fue que apostadores le quitaron la vida en represalia por una fortuna que él les había hecho perder con el autogol.
Para su segundo encuentro, contra el local, Estados Unidos, Colombia intentó reaccionar pero vino el otro infortunio: al minuto 35, el pase de Harkes para Stewart fue interceptado por Escobar, con tan mala fortuna que le pelota se le coló a Óscar Córdoba. Stewart castigaría de nuevo al minuto 52 y en el 90 descontaría Rincón, ya sin tiempo para nada más. El equipo quedó eliminado de la Copa esa soleada tarde.
Una foto que publicó el diario El Tiempo aquel día resumía el dolor: Escobar y Asprilla sentados en el banquillo no podían levantar la mirada del suelo.
Ambos compartieron en diferentes espacios deportivos.
Foto: Archivo ETCE
Colombia ganó su último duelo 2-0 contra Suiza pero a nadie le importó. Los jugadores volvieron a sus ciudades y Escobar llegó a Medellín para casarse y llevarse a su futura esposa con él a Italia, donde lo esperaba el Milán.
Pero ese viernes Primero de julio, Andrés salió con algunos amigos a pesar de la oposición de su novia y su familia, pues el ambiente no había mejorado tras el Mundial. En la madrugada del 2 de julio decidió salir a comer a un restaurante y allí se encontró con Santiago Gallón Henao y varios de sus secuaces, quienes se dedicaron a ofenderlo. Según los testigos, uno de ellos, Humberto Muñoz Castro, lo alcanzó en el parqueadero y le vació el cargador de su arma.
Los Gallón eran reconocidos en Medellín por hechos ilegales, entre otros la detención de Luis Guillermo Gallón por lavado de dólares, y en ese momento eran investigados por presunto narcotráfico. "Eran mencionados como los herederos del cartel de Medellín que hasta el año anterior había controlado con mano de hierro el capo Pablo Emilio Escobar Gaviria", según publicó El Tiempo.
El país lloró la muerte de Escobar mientras Muñoz Castro fue condenado a 43 años de prisión (que fueron rebajados a 23) y salió la cárcel en octubre de 2005. Los hermanos Gallón Henao, acusados de encubrimiento, quedaron en libertad pocos meses de entrar a prisión.
Pasaron 25 años de aquella tragedia y hoy Colombia sigue hablando de amenazas a un futbolista, William Tesillo, por la estupidez de fallar un penalti. Tanto dolor parece no haber enseñado nada...