La Selección Colombia perdió 0-1 contra Ecuador en la fecha 12 de las Eliminatorias al Mundial 2026.
Y el problema es que hubo un evidente lío de definición pues se creó casi una docena de opciones, de aproximaciones reales para empatar, y ni una sola tuvo éxito. Eso tiene que ver directamente con el delantero titular, que tuvo cambios en esta ocasión e incluso una novedad táctica de la que se tienen que sacar lecciones para el futuro.
Para empezar el partido contra los ecuatorianos, el DT Lorenzo eligió a Jhon Córdoba, con quien no contó en la pasada fecha contra Uruguay por sanción y ahora le devolvió el rango de titular.
Y la realidad es que acertó. Es verdad que el goleador del Krasnodar falló dos claras ocasiones, una que parecía más difícil errar que convertir en una gran asistencia de James, pero después fue el atacante que más insistió, el que más espacios se fabricó, el que con más valentía chocó contra los firmes ecuatorianos. Le faltó el gol, que no es poco. Pero lo buscó de principio a fin.
El doble 9
Después vino el ensayo del doble 9 que, realmente, no fue tan exitoso. Terminó siendo, para Jhon Durán, una repetición de lo que le ocurre en Aston Villa: dos perfiles parecidos que se roban espacios aunque no quieran, que no dan más problemas a los defensores sino que les facilitan la tarea de marcarlos y que terminan exhaustos de buscar carriles que nunca aparecen libres.
Durán tuvo un remate a puerta claro y una aproximación más y hasta ahí su balance. No es que lo hiciera mal, es que el plan no fue eficiente y lo sacrificó... y él ayudó con la tarjeta amarilla que los acá del partido contra Brasil.
La actitud de ambos fue notable, pero el resultado no: si son dos delanteros será un Borré por fuera, un 'Cucho' Hernández, un Díaz en modo falso 9... será una creación, no una improvisación. Eso salió mal contra Uruguay y ahora contra Ecuador.