Muchos lo pedían -pedíamos-. Se entendía que cuando jugaba -deambulaba- en México no tenía oportunidad, pero verlo de regreso a su mejor versión en Boca Juniors era una constante pregunta para Carlos Queiroz en Selección Colombia: ¿por qué no?
Edwin Cardona regresa al equipo de mayores después de una ausencia de un año y 5 meses, desde el 29 de junio, cuando enfrentó a Chile por la Copa América de 2019.
¿A qué viene? Se dan varias circunstancias: un momento ideal en Boca (sin duda mejor vitrina que el torneo local) y una necesidad de Colombia, que no tiene a James Rodríguez en el mismo espléndido momento de octubre, que sufrió contra Chile por la falta de un conector entre el medio y los atacantes.
Y no es hilar delgado ni apelar al pasado del jugador. Son palabras del propio entrenador de Colombia, Carlos Queiroz: "Queda claro que tiene gran calidad, como James, son jugadores con ese estilo, normalmente les gusta marcar el ritmo y la dirección del partido, son sus posiciones", explicó en rueda de prensa.
¿A qué? A ser el creativo que es, un relevo efectivo para James, un hombre claro en el pase para romper defensas atacables a la espalda como la de Uruguay, un cambio de frente para sorprender en al altura de Quito, un socio, como ha sido para Carlos Tévez en Boca. Y más que eso: una solución con su media distancia única para resolver cuando todos los caminos parezcan cerrados, como acaba de pasar en Santiago.. como pasó en Paraguay, en el camino a Rusia 2018 (triunfo 0-1 en Defensores del Chaco).
Pero no solamente es eso: "El fútbol tiene nuevos criterios, intensidad, principios de que todos tienen que trabajar y defender, es un fútbol rápido y queremos estar ahí, no hay espacio de estar en el campo sin pelear, defender, atacar, todos tienen funciones... Si es necesario que Duvan o Falcao sean defensores centrales lo deben hacer, y luego que Mina y Dávinson vayan a gol, lo deben hacer. El fútbol moderno es de procesos, organización, todos con una función pero deben ocupar todo el campo y no hay privilegios. Eso se terminó hace mucho", explicó.
Y es que Cardona también responde al para qué: para apoyar la marca contra rivales fuertes en el juego aéreo como Uruguay y rapidísimos y precisos en la salida, como los atacantes de Ecuador. Puede ser un tapón por banda o un apoyo para los hombres del medio, un 'ruido' en campo rival para estorbar la salida del rival, un dolorcito de cabeza más para uruguayos y ecuatorianos.
Aquí la urgencia es lograr que se concentre única y exclusivamente en lo que sabe, que no ceda a las provocaciones (lo conocen y lo van a perturbar), que no cometa un nuevo error infantil, que mantenga la cabeza fría. Podría ser Quintero, pues según Queiroz no le importa si juegan en China, pero es que aquí no hay espacio exclusivo para el lujo y quien quiera estar debe ensuciar el overol, tener lomo suficiente para aguantar estocadas y sufrir al tiempo que explota su ingenio. Cardona entiende el juego y el peligro: la suerte, en su caso, tiene fecha de caducidad y ahora no puede fallar.