James pasó el examen en el inicio de las Eliminatorias a Qatar 2022 y casi le bastó un solo tiempo para lograr una calificación destacada. En el triunfo contra Venezuela fue un buen ejemplo de asociación, de sacrificio y entrega, todo lo que se espera en una Selección Colombia que orbita alrededor de su talento.
James estaba en para juntarse con uno de sus socios ideales, Cuadrado, quien vio venir a Zapata por el medio y le puso un pase que sabía que terminaría en gol.
Estaba para retroceder en la cancha, para ir al campo propio a apoyarse en Lerma, en Cuadrado, descargando para limpiar la salida, como corresponde a su rol, al número en su espalda, a su actualidad en el Everton
Salía en la toma para acompañar la salida de Mojica y arrastraba marcadores venezolanos que dejaban libre a Muriel para el 2-0 parcial.
Aparecía cuando filtraba el paso sobre la media hora para Zapata que por muy poquito no fue gol.
Y se juntaba con Mojica en un pase hermoso que al final le quedó a Lerma y que era gol, de no ser porque la fortuna salvó al arquero venezolano en la estrellada de la pelota contra el palo.
James supo correr el campo y en el segundo tiempo, cuando vino una amenaza de ataque de Venezuela que por fortuna no pasó de ahí, fue el primero que entendió que era de salir y lo intentó ya sin Cuadrado y Muriel, sus socios de siempre, pero con Fabra y Morelos, en los minutos que le dio Queiroz.
Se fue a los 73 porque se necesita que descanse para Chile, porque no es son solo estos minutos en el calor de Barranquilla sino sus partidos sin pausa en Everton, y esa carga hay que manejarla con inteligencia.
Se fue con Zapata, con la satisfacción del deber cumplido. Está bien no solo para su club sino para su selección y esa noticia es tan importante como estrenarse en una Eliminatoria con una goleada en la bolsa.