Fue un 'boxing day' verdaderamente agridulce para Everton, que pasó de la felicidad a la decepción y luego a la preocupación en el duelo contra Wolverhampton, en el conocido 'boxing day'.
Y buena parte de esa mezcla de sensaciones tuvo que ver con Yerry Mina, quien ilusionó con un golazo y al final tuvo que irse del campo por su problema crónico de lesiones. Para completar, el empate 1-1 al final sabe a poco pues el rival es el colero de la Premier League.
Y es que apenas a los 7 minutos logró el zaguero, quien volvía a la nómina titular, desacomodar a su rival en una jugada casi pintada para él: a la salida de un tiro de esquina logró deshacerse de su marcador y con un cabezazo certero, potente y abajo, logró abrir la cuenta. Vinieron Gordon e Iwobi a bailar con él y rugía de emoción la tribuna en Goodison Park.
Pero duró poco esa felicidad pues a los 22 minutos vino un error de marca por la banda derecha y un pase sensacional de Moutinho para que Podence desarmara la bomba y decretara el 1-1.
Vino una sucesión de ataques, un par de proyecciones del brasileño Digo Costa antes del descanso y más de un roce entre los jugadores, con amagos de bronca ante la mirada pasiva del árbitro.
Para el complemento, Nouri, Mathueus y Traoré llegaron al campo por el visitante y reactivaron el ataque, que unas veces por la eficiencia probada del arquero Pickford y otras por fortuna no acabaron al fondo del arco. Vale decir que Mina parecía seguro en su función e impasable por arriba.
Pero llegó el fatídico minuto 77, Mina se dejó caer en el césped y Godfrey tomó su lugar. Otra vez lesionado, aunque al parecer no fue tan grave pues salió caminando normalmente y se le vio más tranquil que otras veces.
Sin embargo, al final, un gol en el minuto 90+4 echó al suelo todo el esfuerzo: una confusión en el área -ya sin Mina- acabó en la ocasión que Nouri mandó a guardar, ante el total desconsuelo de todos en Everton.
El punto se esfumó y os 'toffees' quedaron a un punto del descenso con 14 puntos, a solo uno de los Wolves. Ahora la duda es qué pasó esta vez con Mina... que sigue pagando una inexplicable condena.