Manchester City derrotó a Leicester y es super líder de la Premier League. Hasta ahí, no parece novedoso. Pero el trámite sí que fue impredecible, el 6-3 final fue la historia de un equipo que goleaba y otro que se recuperaba y amenazaba y todo iba al ritmo trepidante que hace de la liga inglesa la mejor del mundo.
Era vértigo puro, como es usual, el Manchester City, que a los 5 minutos se adelantaba con gol de Kevin DE Bruyne, que a los 14 ampliaba la ventaja con Mahrez, de penalti (falta contra Laporte) y a los 20, cortesía de Gundogan, ponía el 3-0 en una linda salida que arrancaba Bernardo Silva, toque veloz con De Bruyne y por la mitad aparecía el artillero. Tres llegadas, tres goles.
Leicester quería reaccionar pero el tiro libre de Maddison acababa en el travesaño cuando se estiraba Ederson y otra vez se iba encima el City, provocando un nuevo error y otro penalti, que esta vez cobró Sterling (25 minutos) para el 4-0. Era una descarga de granizo sobre la cabeza el equipo de Guardiola, implacable.
Pero el descanso lo cambió todo para Leicester: a los 55 minutos por fin le entró el remate a Maddison, se contagió Lookman para aprovechar el pestañeo y marcar el 4-2 parcial a los 58 y cundía el pánico cuando Iheanchacho aprovechaba el rebote que dejaba Ederson y ponía la cuenta 4-3 a los 65.
El tema es que el City está lleno de alternativas y, a falta de goles de delanteros, vienen los defensas: a los 69 marcó Laporte la salida de un tiro de esquina. Sobre el final otra vez el error de marca de Leicester le costó caro y Sterlingo castigó a a salida de un tiro de esquina para el 6-3 final.
Después el cansancio de lado y lado hizo mella y el tiempo fue pasando sin que Leicester pudiera ser de nuevo una amenaza.
Ganó el City, pero claro que Leicester le dio problemas. El líder, super líder, tiene ahora 47 unidades, pero un partido más que Liverpool y Chelsea. El show