Con goleada se acabó, de un tajo, la intención ofensiva de un Leeds que batalló pero que, tristemente, acabó goleado en su casa. ¿El pecado? La imprecisión, la inocencia, la apuesta ofensiva que se pagó en puerta propia.
Leicester le cobró con goles los errores al recién ascendido y dejó a Bielsa con la frustración de un 1-4 que no se compadecía del esfuerzo de los dueños de casa.
Un regalo de Halloween le dio el inocente Leeds a su rival apenas a los 2 minutos, cuando Vardy hizo lo que quiso con sus inocentes marcadores para habilitar a Barnes y celebrar el primero.
El mismo Barnes quemaba las manos del portero a los 10 minutos para el segundo tanto, en una gran salida de Vardy y a los 21 volvía a castigar el visitante, en una gran salida por izquierda de Leicester que cabeceó casi de palomita Vardy -siempre Vardy-, el arquero atajó semejante opción pero para su pesar dejó vivo el rebote, que tomó Tielemans sin problema para el 0-2.
A los 37 llegaría la primera opción de Leeds, un tremendo centro para 9 pero se le fue un trist larga y Schmaichel
No esperaría más Bielsa y mandaría al campo a Ian Carlo Poveda en el lugar de Shackleton y apenas a los 2 minutos, con esa misma fortuna de Leicester, se encontraba Leeds con el descuento, en un centro de Dallas que se metió mansamente al arco, sin que nadie en la zaga azul entendiera cómo.
Era lindo el servicio de Poveda a los 52 y empezaba a acercarse el equipo de Bielsa al segundo tanto al punto que, a los 54, el espectacular intento de Hernández se estrelló rebeldemente contra el palo.
Pero justo entonces, en el mejor momento del local, apareció el fantasma de Vardy: a los 75 Madison lideró al salida, el pase a la banda lo tomó Ünder y metió el servicio al medio del área, seguro que el goleador estaba merodeando ahí para clavar el 1-3.
Agua helada sobre el ímpetu de los de Bielsa. Tan desconcertante era que a los 83 la erraba el mismísimo goleador, en el mano a mano con el arquero. Tan duro fue el mazazo que sobre los 88 minutos vino el error para el penalti que Tielemans capitalizó para el 1-4.
Fin de la aventura, de la ilusión, de la ambición de Poveda y los suyos. Con goleada quedó claro quién es el recién llegado a la Premier y quién el que peleará por el título.
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