James Rodríguez reapareció este miércoles en la victoria 3-1 de Olympiacos contra PAOK, por la liguilla de la Superliga de Grecia.
Volvió a su club lesionado tras la gira asiática de amistosos de la Selección Colombia y había preocupación, en vista de su récord de problemas físicos, pero lució recuperado cien por ciento y con la iniciativa que ha sido propia en él desde su aterrizaje en el club.
Sin embargo, no fue eso, o los goles de Bakambu, Masouras o El Arabi lo que llamó la atención, sino el DT interino que dirigió el encuentro tras la inesperada renuncia del español Míchel.
La razón no es su presente sino su pasado: el francés José Anigo, ex futbolista y actual director deportivo de Olympiacos, tiene un historial judicial en su país, concretamente en Marsella, la ciudad en la que nació y que es una de las más violentas del país.
Según el diario Kathimerini de Grecia, los líos tuvieron que ver con el Olympique de Marsella, donde jugó más de 200 partidos y se desempeñó como después como entrenador, llevando al club a una final de la Copa de la UEFA.
Dice el sitio que tuvo que responder ante la justicia por cargo de chantaje, tras ser acusado en 2004 de aliarse con un amigo de infancia para presionar al club sobre fichajes y negocios, aunque tiempo después se supo que fue extorsionado. Sin embargo, en medio de las investigaciones, los medios franceses lo llamaron 'El Padrino', apodo que enfurece aún ahora a Anigo.
Tristemente, quiso volver a dirigir al club en 2013 y entonces sufrió el asesinato de su hijo Adrien, de 15 años, a manos de delincuentes en Marsella. Fue una de las razones por las cuales salió de Francia y vivió primer en Túnez y luego en Grecia, donde hizo carrera como entrenador y dirigió al Levadiakos y al Panionios antes de llegar a Olympiacos.
Por ahora está encargado, pero reemplazar a Míchel, uno de los técnicos más exitosos del club, no es tarea sencilla. ¿Pasó de victimario a víctima? Sí, pero hoy no quiere que recuerden ese doloroso capítulo de su vida.