Todo el picante lo puso Colombia: Atalanta logró una victoria 2-3 clave contra Udinese, con goles de Duván Zapata y de Luis Muriel, en una noche de inspiración total, de una felicidad que se celebra en Italia pero mucho más en este lado del mundo.
Abriría la cuenta el propio Duván, en una jugada muy a su estilo a los 9 minutos, acomodando el cuerpo para una definición precisa que ponía la cuenta parcial 0-1.
Infortunadamente, un error en la zaga del Atalanta permitió el empate de Udinese, que arriesgó y encontró recompensa a los 30 minutos, en una llegada de Lasagna a los 31.
Se salvó Atalanta cuando Lasagna quiso bañar al portero a los 37 pero se le fue apenas por arriba el intento, pero la respuesta vendría un minuto después gracias a Papu Gómez, que a tiempo desvió el portero al tiro de esquina, ese que no encontró a Zapata.
Pero al partido le faltaba una pizca más de sazón colombiana y fue así como llegó al partido Muriel para el complemento y con él la inspiración.
Justo cuando más mal lo pasaba Atalanta, el atlanticense agitó la varita mágica: a los 71 cobró un tiro libre de manual, de esos de los que habla media Europa cuando lo cobran otros: Espectacular ubicación a la esquina derecha, a la que no llegaba el arquero ni en jet. ¡Fenomenal!
Y a los 79 una nueva dosis: de afuera tomó la pelota al vuelo y soltó un riflazo que a esta hora seguro no ha visto venir el arquero del Udinese. ¡Pepazo!
Atalanta quiso cerrar y manejar la ventaja pero sobre la hora descontó Lasagna para el 2-3 que celebró Udinese.
Tremendo triunfo y sabor, mucho sabor colombiano para un Atalanta que no se rinde, que en ataque es letal.