En Puerto Ordaz, Venezuela, son once jugadores cabizbajos, arrastrándose como orugas rumbo al camerino visitante. Sus rostros son fiel reflejo del dolor de un país futbolero que acaba de quedarse sin tiquete para el siguiente Mundial, tras dos clasificaciones consecutivas y la mejor participación de su historia en una Copa del Mundo. Colombia hizo los últimos seis puntos, pero no le alcanzó. Se quedó a uno del repechaje. Cosecha de su miserable siembra previa: apenas una victoria en los once juegos anteriores por eliminatorias.
En las redes sociales colombianas son cientos de miles de mensajes con un mismo sentir: ‘Qué se vayan todos’. Tantos que esa frase ocupa los primeros lugares en las tendencias en redes sociales de aquel sombrío 29 de marzo de 2022.
Es claro que el primero será Reinaldo Rueda, el entrenador; y que será tarea de su sucesor determinar si habrá limpieza casi absoluta, si se irán todos, o si seguirá apoyándose en los referentes que hoy se van derrotados pero que antes nos guiaron a Brasil y Rusia.
Han pasado dos años y siete meses desde aquella última convocatoria de Reinaldo Rueda. Bajo la dirección de Néstor Lorenzo, Colombia abandonó rápidamente aquel deshonroso sexto lugar en Conmebol y volvió a ser vista con respeto en el continente. Llegó a la final de la Copa América, es segunda en las actuales eliminatorias, volvió al Top-10 en el ranking FIFA y ha podido derrotar a Argentina, Brasil, España y Alemania.
¿Y se fueron todos como reclamaba a los gritos el país futbolero poseído por la rabia y el dolor? No en realidad. Respecto a aquella última lista de Rueda, hay diez jugadores que también integraron la más reciente convocatoria de Lorenzo este mes: Camilo Vargas, Álvaro Montero, Davinson Sánchez, John Lucumí, Johan Mojica, Jefferson Lerma, James Rodríguez, Juan Fernando Quintero, Luis Diaz y Luis Sinisterra. Un grupo al que podemos sumar a Daniel Muñoz, Carlos Cuesta, David Ospina y Rafael Santos Borré que hacen parte de la columna vertebral de Lorenzo pero que no estuvieron esta vez por lesiones.
Aun así, Lorenzo ha sabido ejecutar la mezcla y ofrecer también nuevo aire a la Selección. Desde su llegada, ha permitido el debut a 28 jugadores y ha consolidado a algunos de ellos como titulares o piezas de recambio de primera línea en su equipo principal. Es el caso, por ejemplo, de Richard Rios, Jhon Jader Durán, Kevin Castaño, Jhon Córdoba, Yerson Mosquera y Jorge Carrascal. Podemos sumar a Jhon Arias, llamado por primera vez por Héctor Cárdenas para un amistoso, pero empoderado por Lorenzo quien hoy parece no concibir el mediocampo sin su presencia. Incluso Yaser Asprilla, que si bien alcanzó a debutar con Rueda en un amistoso, lo hizo oficialmente con Lorenzo sumando minutos en Eliminatorias y Copa América.
Colombia es otra. Abrió sus alas y ya no se parece a la oruga de hace dos años y medio. Sin embargo, su entrenador ha sabido reconocer que sin ella hoy no habría mariposa. Y quienes se arrastraron ese día en Puerto Ordaz también admitirán que ese polvo en sus rostros facilitó la metamorfosis que hoy disfrutan.